Tiene ganas Mbappé de demostrar que el tiempo que el Real Madrid ha esperado por él ha merecido la pena. A los diez minutos ya había marcado el primer gol y y había tenido un par de ocasiones más que lo convertían en la principal amenaza para la Atalanta y en la referencia ofensiva del Real Madrid aunque recuperara a Vinicius para este partido.
Es como si la entrevista publicada en Francia en los últimos días le hubiera servido de liberación. Brahim le encontraba siempre –el gol llegó de una combinación entre ellos dos– y parecía que todo funcionaba.
Pero muy pronto Rodrygo comenzó a calentar en la banda. Un síntoma de que algo fallaba, aunque el brasileño regresó más tarde al banquillo. Y pasada la media hora de juego, Kylian se sentó en el suelo en señal de que hasta ahí había llegado. Desde el banquillo le animaban a que se sentara para detener el juego y a que no se apresurara en la salida para dar tiempo a que se incorporara Rodrygo, que ya había dejado de calentar.
Mbappé habló brevemente con Ancelotti cuando se dirigía al banquillo, donde lo único que hizo fue ponerse algo de abrigo antes de marcharse al vestuario directamente para ser examinado por los médicos.
Tenía síntomas de una lesión muscular el francés, unas molestias en la parte posterior del muslo. «No lo sé, le di un abrazo, pero como había que salir rápido no me dio tiempo a preguntarle. Espero que sea solo un golpe», dijo Brahim después del encuentro, el hombre que dio la asistencia a Kylian. «Estoy para ayudar al equipo», decía el internacional marroquí, que se entendió perfectamente con el francés.
Kylian había dado alguna muestra de falta de confianza en los últimos partidos después de haber fallado el penalti en Liverpool y de volver a fallar hace una semana en la derrota en Bilbao contra el Athletic Club.
Pero los números dicen que ahora está en el camino correcto. Ha marcado cuatro goles en los últimos seis partidos y ya suma doce en toda la temporada. Y los ha conseguido de todas las maneras, partiendo desde la izquierda, como era habitual cuando jugaba en Francia, o desde el puesto de delantero centro en convivencia con Vinicius.
«Parece que se le estaba contrayendo el músculo, pero nada grave. Ha parado en el momento adecuado y no ha llegado a notar un pinchazo. Quizá le perdemos para el finde pero espero que después no», decía Courtois.
«Tiene una sobrecarga, una molestia en el isquio. Hay que verlo en los próximos días. No parece nada serio, pero ha tenido que parar, no podía esprintar, le molestaba un poco y hemos preferido cambiarlo», aseguraba Ancelotti.