Mohamad al-Bashir anunció en una declaración televisada este martes que había sido nombrado primer ministro de un gobierno de transición en Siria hasta el 1 de marzo de 2025. Hasta ahora era presidente del “Gobierno de Salvación Sirio”, el ejecutivo proclamado en Idlib por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Desde hacía varios días estaba llamado a tomar las riendas del gobierno y había participado en una reunión el lunes por la noche entre el líder de HTS y principal líder de la rebelión, Abu Mohamed al-Jolani, y el ex primer ministro de Bashar al-Asad, Mohamad al-Jalali.
Anteriormente, Catar había anunciado que estaba en contacto con HTS. “Los cataríes han establecido el primer canal de comunicación con HTS. Se espera que los contactos entre HTS y los diplomáticos cataríes continúen en las próximas 24 horas con al-Bashir”, dijo un funcionario bajo condición de anonimato, refiriéndose a Mohammad al-Bashir, quien se espera que lidere el gobierno de transición.
El país del Golfo, que en 2011 apoyó el levantamiento contra el gobierno sirio que derivó en una guerra civil, se ha mantenido crítico con Damasco y no se ha reconectado con él como hicieron varios países árabes en 2023, según la AFP.
Catar había sido anfitrión de reuniones entre funcionarios rusos, iraníes, turcos y árabes sobre Siria el sábado, antes de la caída de Asad el domingo. En esta reunión, “todas las partes llegaron a un consenso (…) que la prioridad era controlar la situación en Siria y garantizar que grupos extremistas como el Estado Islámico no pudieran afianzarse” en el país, según el funcionario cercano a las conversaciones.
De todos los grupos armados, es el grupo islamista Hayat Tahrir al Sham el que domina claramente la rebelión, informó el corresponsal de RFI en Ginebra, Jérémy Lanche. Y es un caso de conciencia para la comunidad internacional, ya que HTS es la antigua rama de Al-Qaeda en Siria. Como todo el mundo, la ONU sigue siendo cautelosa, pero tampoco descarta el optimismo.
Ha pasado mucho tiempo desde que el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, compareciera ante la prensa. No ha tenido mucho que anunciar desde su nombramiento a finales de 2018. El régimen de Asad siempre ha ignorado su misión: liderar un proceso de transición política pacífica en Siria.
Pero ya se han establecido contactos con el grupo HTS: “Como saben, la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad considera a HTS como una organización terrorista. Pero tenemos que ver los hechos. Y lo cierto es que HTS –y los demás grupos armados– han enviado mensajes positivos a los sirios. Y muy sinceramente, también lo hemos visto sobre el terreno”, dijo. El enviado especial de la ONU también afirmó que Abu Mohamed al-Jolani, el jefe de HTS, había mencionado en una entrevista con CNN que “están discutiendo la posibilidad de desmantelar HTS”.
Una mirada optimista pero cautelosa sobre la evolución de la antigua rama de Al-Qaeda. La verdadera prueba aún está por llegar: “Si la transición es verdaderamente inclusiva e integra a todas las comunidades, entonces existe una posibilidad real de ver una nueva Siria. Y en ese caso, creo que la comunidad internacional podrá reevaluar si HTS es una organización terrorista o no (…) Tenemos que ver lo que dicen aplicado en el terreno, y la prueba más importante será cómo se organizan y aplican los acuerdos de transición en Damasco. Si unimos a las diferentes partes y comunidades sirias, podría ser el verdadero comienzo de algo nuevo para Siria”, con el apoyo de la comunidad internacional, y “entonces podríamos empezar a considerar el levantamiento de las sanciones”, aseguró Geir Pedersen.
El otro riesgo es que los grupos armados se destrocen entre sí para tomar el poder. El conflicto no ha terminado, nos recuerda el diplomático. También pidió el fin de los ataques israelíes contra depósitos militares en Siria. “Siria se encuentra ahora en una encrucijada, con grandes oportunidades, pero también con serios riesgos”, dijo Pedersen, subrayando que “es importante que no veamos un conflicto” entre los diferentes grupos armados.
