Javier Milei asumió la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2023, con un mandato basado en la promesa de un cambio radical en la política económica y social del país. Su llegada a la Casa Rosada estuvo marcada por una campaña que, en gran parte, se centró en la lucha contra el “desgobierno” y el alto nivel de inflación que afecta a la clase media y trabajadora.
A lo largo de su primer año en el poder, Milei intentó implementar su modelo liberal económico, recortando subsidios, eliminando el Ministerio de la Mujer, y avanzando con medidas de flexibilización laboral, entre otros. Los resultados han sido favorables dentro del complejo escenario que arrastraba Argentina.
“Prometió sacar a Argentina del contexto de hiperinflación, y lo logró”, destacó de entrada en diálogo con Radio y Diario Universidad de Chile el doctor en Estudios Americanos y académico de la Universidad de Santiago, Pablo Lacoste. Según los últimos datos, la inflación mensual pasó de 25,5% a 2,7%.
“Todavía la inflación es alta, 2,7% mensual es altísimo para cualquier economía normal. Pero para la situación de hiperinflación donde estaba Argentina ha sido un avance verdaderamente extraordinario y que nadie imaginaba”, aseveró, en relación a las dudas que existían al inicio de la gestión de Javier Milei.
Una mirada en la que coincide el doctor en Ciencia Política y docente de la Universidad Nacional del Litoral, Sergio Morresi, quién al ser consultado por nuestro medio resaltó que “fue un año en que el gobierno de Milei transitó mejor de lo que muchos analistas esperaban”.
“Sí logró cumplir con parte de las promesas electorales. La inflación se desaceleró mucho. Sigue siendo un país con una inflación importante, pero comparado con el fin del gobierno anterior, es una inflación más baja. Eso dio, incluso a los sectores que son golpeados por la pobreza, una capacidad de planificar su vida cotidiana que la alta inflación el año pasado no las dejaba”, complementó Morresi.
En esa línea, los analistas coinciden en que no se tenía en consideración lo que significaba para la población la hiperinflación en el país. “A veces se pierde de vista lo angustiante que es vivir con inflación”, reflexionó Morresi, quién además dio de ejemplo el caso de empleados públicos que perdiendo “un cuarto del salario real, están relativamente satisfechos con el freno a la inflación”.
Pablo Lacoste destacó que a pesar del contexto económico global, las manifestaciones sociales a inicios de su gestión y que “las dificultades estructurales de Argentina han hecho que la implementación de sus políticas sea un terreno de constante desafío”, Milei ha logrado mejorar sus niveles de aprobación.
“A diferencia de lo que ha ocurrido con todos los otros presidentes electos en Argentina, en el primer año tienen una aceptación altísima y bajan, en cambio Milei, en vez de bajar, ha subido. Si mide el apoyo popular al momento de asumir el poder, y el que tiene ahora, ha subido”, detalló el académico.
Entre las claves para este logro del libertario, según el especialista en Estudios Americanos, no solo se encuentran los resultados macroeconómicos, sino que también “en bajar los niveles de violencia en las calles y en la reconciliación de la sociedad y la política”.
Además, el movimiento social se ha tranquilizado a un año de que Milei asumió el cargo. En ese sentido, Sergio Morresi apuntó a cómo el gobierno argentino logró contener el descontento reflejado en las movilizaciones a comienzos del mandato del fundador de Libertad Avanza.
“Hacia comienzos de año hubo una movilización muy fuerte de universidades, pero fue el único momento donde parecía que había una contestación social más o menos generalizada. Después el gobierno la pudo reencauzar”, señaló el analista político argentino, recalcando que las nuevas marchas no tuvieron la convocatoria esperada. Así, subrayó que “no parece haber una contestación social organizada” contra la actual administración.
Por ello, a pesar de las críticas hacia su figura, a un año después de instalarse en la Casa Rosada, Javier Milei no ha cambiado el tono de su discurso ni ha moderado su “personaje”. “Ese discurso disruptivo, exagerado, que en el ámbito académico nos parece chocante, todo eso le está funcionando en el contexto en el cuál se encuentra: un país en llamas, un país con hipercorrupción, con hiperinflación, con super pobreza”, aclaró por su parte el académico de la Universidad de Santiago de Chile.
Para lograr su gran objetivo macroeconómico, Javier Milei ha suprimido la mitad de los ministerios, ha recortado las pensiones y subvenciones a servicios estratégicos como transportes y energía.
Aunque se han anunciado recortes en el gasto público de un 28% y la eliminación de programas esenciales en salud, educación y asistencia social, como parte de la meta de reducir el Estado, Pablo Lacoste expuso que muchos sectores de la sociedad han abrazado estas medidas de manera momentánea mientras se estabilice la economía nacional.
“Lo que se percibe es que los sectores más pobres valoran mucho que se elimine el impuesto inflacionario. Lo están apreciando como un alivio general para toda la sociedad. Eso generaba una incertidumbre que era imposible vivir. Es un elemento que ha dado mucha calma al tejido social en su conjunto”, explicó el analista internacional.
Por su parte, Morresi insistió en que “es tan fuerte el hecho de haber podido salir de esa desesperación que daba la inflación, que aún si eso implicó perder en términos de salario real, para muchos sigue siendo aceptable”.
No obstante, advirtió que la eliminación de ministerios y el recorte de programas sociales “va a tener un impacto en un mediano plazo” y no en el futuro cercano.