El grupo local Magny, representante en la Argentina de la firma italiana de motos TVS, anunció la incorporación de dos nuevas marcas a su portfolio. Se trata de la china Kove y la local Ika. Además, para 2025, la empresa importará algunos modelos de scooters eléctricos que la alemana BMW produce junto con su representado local TVS en India.
Entonces, Magny -firma fundada por ex ejecutivos de Benelli, Motomel, Ducati, Honda, entre otros- fabricará los modelos de las nuevas marcas en su planta ubicada en el Parque Industrial de Cardales, donde, a principios de año, anunció una inversión de u$s 13 millones para ampliar su capacidad productiva.
Las motos de la firma china -es la marca propia del fabricante Colove- se caracterizan por tener muy bajo peso, alta potencia e innovación, combinados con una estética moderna y tecnología avanzada. A pesar de que se trata de modelos de gama alta, la empresa china fundada en 2017 ya se hizo un lugar el mundo de las dos ruedas, al punto que tiene presencia en Europa, América del Norte y, ahora, América del Sur.
Por su parte, IKA, es la mayor apuesta del grupo ya que los modelos de la marca de entrada de gama representan el 60% del mercado argentino de la moto. Los precios de estos modelos son competitivos con los de su segmento, y rondan entre los $ 2 millones y los $ 3 millones.
Las motos de baja cilindrada -producidas, en su mayoría, localmente- son las que le dan volumen al mercado. De hecho, según la Cámara de Fabricantes de Motos (Cafam), del total de motos que se patentaron en noviembre (46.676), el 66% de ese total, fueron unidades de 110 cc y 150 cc.
"Con un precio más accesible, apuntamos a captar a clientes que optan por una moto ante la suba del transporte público, el combustible y los peajes, además de deliverys y aquellas personas que utilicen una moto para trabajar", comentó Carlos Spangenberg, CEO y principal accionista de Magny, quien arrancó su experiencia profesional en el sector hace más de 30 años y fue director industrial y vicepresidente de grupo La Emilia.
A su vez, en 2025 Magny sumará a su portfolio la comercialización de motos eléctricas que TVS desarrolló en alianza con la división motos de BMW en la fábrica de que la primera tiene en India. Se trata de scooters 100% eléctricos, de diseño futurista que se importarán desde el país más poblado del mundo.
Con estas incorporaciones y con proyecciones de un mercado más activo para el año que viene, Magny apunta a ampliar su participación en la Argentina. "Luego de algunos años recesivos, nos encontramos hoy con un mercado con proyecciones de expansión", señaló Jorge Drube, director comercial de Magny.
Aunque el sector inició 2024 con una caída del 30% en las ventas, los fabricantes de motos de la Argentina proyectan cerrarlo por encima de los últimos dos años, con una cifra cercana a las 500.000 unidades. A su vez, de cara a 2025, Magny proyecta un mercado 20% superior al de este año.
En la última década, la industria de la moto se asentó muy fuerte en la Argentina. Tal fue su crecimiento, que, hoy, el 98% de las unidades que se venden en el país, se ensamblan localmente.
Esto se explica, en gran parte, por el régimen de integración local, instrumentado por el decreto 460/2023, que indica que, cuanto mayor sea el porcentaje de componentes nacionales que tenga la moto, menor será el arancel aduanero que pagarán los fabricantes para importar el resto de las piezas.
Es por eso que las fábricas de motovehículos importan el principal insumo necesario para producir las motos, que es el llamado IKD (Incompletely Knocked Down). Se trata de un kit conformado por las distintas partes que componen una moto, que luego se ensambla en el país, complementando con partes de producción nacional.
Entonces, si bien la regulación no es un problema para las fábricas que producen modelos de entrada de gama, ya que, al tener mayores volúmenes de producción, el nivel de integración de productos locales es mayor, sí se complica para quienes ensamblan modelos de gama alta en el país.
"Los niveles de integración local son muy altos en los modelos de entrada de gama porque se produce mucho volumen", reveló Spangenberg, a la vez que indicó que estos tienen un porcentaje de entre 22% y 30% de piezas locales, cuando la regulación solicita una base de 10 por ciento.
Sin embargo, "con las motos de alta gama, hay dos problemas. El primero es que el volumen de producción y, por ende, de venta, es mucho más bajo, porque son motos más caras. El segundo es que, por esa razón, los costos de nacionalización de la producción son muy altos y ese volumen no justifica ese gasto".
Es por esta razón que la industria, junto con Cafam, están en tratativas con el Gobierno para modificar la norma vigente, que contempla un aumento paulatino del porcentaje de integración de piezas locales en los próximos años.
De hecho, de acuerdo con la norma, el porcentaje de integración nacional de los motovehículos se debe incrementar con el paso de los años, de manera que, para 2028, haya un valor agregado local de 14 por ciento.
"La regulación se ajustó a la condición del mercado. La mayoría de las marcas de motos que están en el país no tienen los productos básicos de entrada de gama. Surgió la posibilidad de mantener el porcentaje de incorporación de piezas locales que se iba a actualizar este año (se mantiene en 10%) para no perder el impulso de la industrialización local. De otra manera, hubiéramos tenido que importar varios modelos", aseguró el empresario.