Saprissa perdió 7 a 0 contra Alajuelense. Aquella tarde de fútbol en el Ricardo Saprissa fue una pesadilla para las tibaseñas, sobre todo porque el equipo que está al frente es su archirrival, en el papel, porque en la cancha la superioridad rojinegra es tan fuerte que ya ni siquiera se le puede llamar al duelo “clásico”.
Una derrota así es de escándalo, y es claro que, si se hubiera dado en el contexto de la Primera División masculina, hubiera costado el puesto del entrenador. Es probable que se hubiera dado una invasión a la cancha y los futbolistas no podrían ni salir a la calle ante semejante vergüenza.
En el fútbol femenino, la explosión de la gente se dio en las redes sociales y el dolor se puede palpar en personas que le tienen cariño al Saprissa Femenino, pero que ahora no pertenecen a la organización.
El posteo del resultado 7 a 0 en contra en la red social X tiene 68 respuestas, y la mayoría reflejan una fuerte molestia hacia la dirigencia.
“Me duele en el alma ver ese marcador, sé que hay jugadoras que aman la camiseta, pero las malas decisiones administrativas están pasando factura; es una vergüenza”, señaló el aficionado Eduardo Umaña.
Anthony Ruiz, otro seguidor morado, externó: “Sin intención de ofender a nadie, pero tienen que hacer algo. ¿De verdad le ponen interés o quitan ese equipo? Son demasiadas humillaciones”.
Para palpar el impacto del bombazo recibido por el Monstruo 3n femenino, este diario consultó a un exdirector deportivo morado (Evaristo Coronado), una jugadora y ganadora de cinco cetros con las moradas (Kimberly Lázaro) y un extécnico (José Rodríguez).
Evaristo, símbolo de Saprissa, reflexionó que jamás un uniforme como el morado debería sufrir este tipo de resultados, pero a la vez se mostró comprensivo ante la realidad que afronta el balompié femenino, con una excepción: la Liga.
“Cuando alguien está ahí se pide el máximo esfuerzo, pero hay que entender que el máximo esfuerzo debe medirse contra fuerzas similares. Ahora, lo que podemos ver es que Saprissa va disminuido a jugar, porque la inversión no es rentable y solo se cumple con el compromiso de tener un equipo femenino”, expresó.
Coronado recordó que cuando él dirigía toda el área deportiva morada, se intentó competir, entre 2017 y 2019, buscando jugadoras de renombre. No obstante, él mismo explicó que no había una rentabilidad para sostener el proyecto de esa forma.
“Yo quiero aclarar que no estoy vinculado en este momento a la institución, por lo que desconozco la realidad. Ahora, como ser humano, nadie quiere perder, y cuando uno se identifica con un uniforme, en este caso Saprissa, es incómodo, es duro ver el equipo femenino así, pero entiendo que hay prioridades que se deben atender”, puntualizó.
La óptica de un exentrenador reciente, como José Rodríguez, abarca un análisis más profundo.
“Cuando se vino el tema del recorte de planilla, se rescindieron contratos, se bajaron salarios, Saprissa quedó con un equipo mermado, y de ahí para acá se ha visto una situación muy complicada. Ya no se compite, es muy común que haya goleadas. Lo del 7 a 0 ya es para sentarse y ver cuál es el futuro del equipo. Si se va a tener un proyecto, no es para estas humillaciones; esto no tiene sentido. Ese 7 a 0 no se lo comió el fútbol femenino, se lo comió Saprissa, y en la historia queda el nombre de la institución”, acotó.
Para Rodríguez, el equipo morado debe hacer un alto en el camino y, además, comunicar con sinceridad qué estrategia seguirá con el club: si no apostará por competir más, ni invertir, para ser un club formador de talentos, dejando en claro que pelear por títulos pasa a segundo plano.
“Si nos vamos a la realidad, el clásico del fútbol femenino es Sporting - Alajuelense; Saprissa ya no le compite a la Liga. Sporting le ganó al menos una Supercopa a Alajuelense”, mencionó.
Llegó la hora de compartir el testimonio más fuerte para los morados, porque es el de una jugadora que ama a la institución, pero salió cuando el equipo comenzó a recortar presupuesto en 2021. Kimberly Lázaro consiguió cuatro títulos nacionales y uno centroamericano con Saprissa.
¿Qué pasa con el Saprissa Femenino?
Lázaro recordó que este domingo el 7 a 0 la golpeó con tanta fuerza que, en su casa, estuvo al borde de las lágrimas.
“Yo estaba en mi casa, con mi familia, solo quería ver un ratito, pero al final lo vi todo. Yo me quería meter en la cancha. Yo decía: ‘Dios, ¿por qué pasa esto?’ Yo estaba molesta, para mí fue muy difícil. Yo estaba con un dolor tremendo, y en un momento sentí tanta frustración que iba a llorar”, detalló.
La jugadora recordó que, cuando ella militó en el Monstruo, aquellos equipos eran la base de la Selección de Costa Rica, además de que tenían futbolistas muy identificadas con la camiseta, por lo que el orgullo era un elemento no negociable en cada juego.
“La limpia de Saprissa, la primera, fue una de las más crueles porque nos fuimos jugadoras que teníamos la sangre morada, pero ni nos dieron opciones. Nosotras, como jugadoras, nunca hemos vivido del fútbol, solo pedíamos una ayuda en aquel momento para sobrellevar toda la carga económica que teníamos”, relató.
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Kimberly finalizó dando un mensaje al saprissismo, pero sobre todo a la dirigencia:
“En este momento no hay ni competencia. Estoy de acuerdo: si no van a competir, es mejor que tengan ligas menores solamente y formen talentos”, concluyó.
La Nación envió consultas al departamento de prensa de Saprissa sobre el equipo femenino, este lunes a las 4:42 p. m. También se intentó contactar al encargado de comunicación, Diego Picado, pero no se obtuvo respuesta por ninguna de las vías.
Todo esto ocurre, mientras en la acera del frente las Leonas reinan en Costa Rica a placer, porque están a las puertas de su octavo título consecutivo y cuatro años dominando el balompié nacional a antojo.
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