Asimismo, existe la dificultad añadida de localizar al responsable que se encuentra detrás de la venta de los productos falsificados, especialmente cuando se trata de plataformas que operan de forma anónima o mediante intermediarios, como es el caso de HACOO. Ante el creciente problema de las falsificaciones en este tipo de plataformas digitales, los tribunales se están viendo cada vez más forzados a adaptarse y desarrollar nuevas estrategias tecnológicas para la identificación y persecución de estas infracciones. Identificación y rastreo de direcciones IP: Para superar la anonimidad de los vendedores, los tribunales están recurriendo al uso de tecnologías de rastreo de IP, con el objeto de identificar la ubicación y el dispositivo utilizado para realizar la venta de productos falsificados.