Pienso que Los guardianes del amor es un libro mágico porque cualquiera puede verse a sí mismo aquí dentro, encontrarse en el espejo como Narciso pero, a diferencia de éste, también hallar el reflejo de los otros: los que amamos, los que dejamos y nos dejaron de amar, los que hicieron posible esos encuentros milagrosos que a veces confundimos con casualidad.