En Black Doves, la nueva serie de Netflix, Keira Knightley deja atrás las espadas y los corsarios de Piratas del Caribe para adentrarse en el mundo del espionaje moderno, ahora como Helen Webb, una mujer atrapada entre la rutina doméstica y las conspiraciones más oscuras que la llevaron por un viaje físico que redefine lo que significa ser una actriz de acción.Si bien su talento interpretativo ha brillado en historias de época y dramas contemporáneos, como Orgullo y prejuicio, su actual papel en Black Doves la llevó a explorar territorios desconocidos: su cuerpo y sus habilidades. Keira se sometió a un riguroso entrenamiento para dar vida a una espía cuya destreza física es tan vital como su habilidad para manipular.“Fue la primera vez en casi 20 años que hago acción. Y, ¿sabes qué? Realmente lo disfruté. Fue genial. Trabajé con un equipo de dobles increíble. Hice un poco de boxeo, algo de jiu-jitsu y combate con cuchillos filipinos. Tratar de realizar estas escenas de acrobacias coreografiadas fue muy divertido, pero ya se me olvidó”, dijo a MILENIO Keira Knightley, quien interpreta a Helen.El argumento de esta serie mezcla acción, espionaje y elementos emocionales profundos como la pérdida y la traición. El personaje central de Keira muestra una dualidad compleja, entre ser madre y espía.¿Cómo abordaste el desafío de explorar estas capas emocionales mientras mantenías la intensidad de un thriller de espías?Eso fue lo divertido de la serie, y creo que eso es mérito de Joe Barton, el escritor. Tiene esa habilidad maravillosa de caminar por esa cuerda floja entre el gran entretenimiento, un poco caricaturesco y divertido, pero también con una textura de melancolía y soledad muy real, que está presente en todo buen thriller de espías. Amor y traiciónBlack Doves no es solo una historia de acción, es también un estudio de las complejidades humanas. Cada golpe que lanza Helen es un reflejo de las batallas internas que enfrenta. Para Knightley, interpretar a alguien tan moralmente ambivalente fue tan desafiante como las coreografías de combate: “Helen es amorosa, pero también traicionera”, explicó.“Necesitas ese costo emocional del engaño. Y siento que toda la temporada trata de Helen y Sam cuestionando sus vidas. Decidieron convertirse en espías encubiertos, y también en asesinos, y tal vez están dándose cuenta de que no fue la mejor decisión, pero no pueden retroceder. Me encantó explorar todo eso en una serie”, agregó la actriz, sobre su rol.Joe Barton, el creador de la serie, comparte esta visión. Inspirado por clásicos como Tinker Tailor Soldier Spy, quiso mezclar la tensión y la oscuridad de un thriller de espionaje con momentos de ligereza e inesperado humor; la idea era “que los personajes se sintieran reales, que sus errores fueran los que impulsaran la trama”, explicó el creador de la serie. Para Barton, Helen es más que una espía; es un ser humano defectuoso cuya vulnerabilidad la hace fascinante y es gracias a “mostrar su doble vida para que todo se sienta creíble. Estás contando la historia de alguien que es espía, pero también es una persona que comete muchos errores. Tiene una aventura con otro hombre, hay cosas que no se da cuenta”.“Se trata de crear un personaje que se sienta defectuoso, pero con quien también puedas simpatizar y relacionarte. Alguien que no siempre actúa de la mejor manera. Creo que ella es moralmente compleja, y eso es un desafío constante: asegurarte de que la audiencia se interese en el personaje, incluso si no les gusta. Creo que eso es clave”, agregó Barton. En el centro, se encuentra la relación entre Helen y Sam, su protector y viejo amigo (Ben Whishaw), cuya dinámica con Keira Knightley añade una textura única a la narrativa: “me encantó que la relación más importante de la serie fuera una amistad platónica”, explicó la actriz, “son dos personas que solo pueden ser ellos mismos cuando están juntos”. Pero en Black Doves, ni siquiera las festividades de Navidad ofrecen refugio para el dolor y la soledad: “la Navidad es la época más triste para quienes están pasando por un mal momento”, reflexionó Knightley. Y así, en este telón de fondo festivo, la serie encuentra su contraste más poderoso: luces cálidas que iluminan los secretos oscuros de una espía.