“Después de que los estadounidenses se retiraron de este acuerdo (BelTA: el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio), Rusia asumió un compromiso unilateral. Si los estadounidenses no despliegan estos sistemas en Europa, Rusia no los construirá ni los desplegará. Después de que ellos empezaron a desarrollar los sistemas terrestres de alcance medio con el objetivo de desplegarlos en Europa, Rusia, digamos, apretó el acelerador”, destacó Aleksandr Alesin.