La Guardia Civil de Gran Canaria ha detenido a una mujer de 43 años como supuesta autora de cuatro delitos de daños en vehículos por incendio, un delito continuado de daños leves, varios delito de coacciones y de acoso en el ámbito vecinal, por arrojar huevos y pegamento en propiedades ajenas, acosar a una de las víctimas en vía pública y amenazarla.
Los hechos, ocurridos en el Cruce de Arinaga, Agüimes, se remontan a varios meses atrás, cuando comenzaron a denunciarse incidentes en una calle. Lo que inicialmente parecían actos aislados de vandalismo, como arrojar huevos a las fachadas de las casas o verter pegamento en los techos de los vehículos, derivó en posteriormente en delitos más gravosos como el incendio intencionado de varios vehículos.
Como consecuencia de estos delitos y tras la presentación de tres denuncias por daños, concretamente por el incendio de cuatro vehículos particulares en la misma calle, la Guardia Civil comprobó que el primer incidente afectó al coche de un inquilino a la vivienda colindante de la supuesta autora, propagándose el fuego a un vehículo contiguo. En el transcurso de un mes, se produjeron dos incendios más, uno de ellos de un vehículo prestado al mismo inquilino y el último, al coche de la propietaria de la vivienda en cuestión.
Según fuentes de la investigación, la vecina de la víctima y ahora detenida, habría desarrollado una animadversión contra los moradores de la vivienda colindante por supuestas molestias de ruidos. Sin embargo, informes de la Policía Local de Agümes han acreditado que no existían tales ruidos molestos más allá de los propios de los quehaceres diarios.
Además, el acoso no se limitó a los daños materiales, o a las continuas quejas por ruidos. La mujer habría llevado a cabo una campaña de intimidación que incluía vigilar los movimientos diarios de las víctimas, provocar enfrentamientos en la calle, enviar cartas con quejas y exigencias, además de publicar carteles en la zona invitando a terceros a “aprender hacer ruidos por la noche” en la vivienda de las víctimas. E incluso llegó acosar a la propietaria de la vivienda en vía pública, con el objetivo de que rescindiese el contrato el inquilino.
Los agentes del Área de Investigación del puesto Principal de Agüimes obtuvieron indicios suficientes para acreditar que las acciones de la detenida se ajustaban con conductas tipificadas como acoso vecinal, además de realizar actos que derivan en coaccionar a sus vecinos para impedirles el legítimo disfrute de la vivienda. No obstante, a parte de las coacciones y el acoso, también se le imputan cuatro delitos de daños en vehículos por incendio y un delito continuo de daños leves.
Las consecuencias de estos actos han supuesto un perjuicio económico causado por los incendios de los vehículos, estimado entre los 40.000 y 60.000 euros. Más allá del daño material, las autoridades subrayan el riesgo que ha podido suponer los incendios de los vehículos así como la posible propagación a otros, e incluso a viviendas cercanas, además de la graves alteraciones en la vida cotidiana de las víctimas.