Carles Puigdemont ha agitado el tablero político y ha lanzado un órdago al Gobierno de Pedro Sánchez. Cuando éste se afanaba por atar los votos para aprobar en el Congreso de los Diputados los Presupuestos Generales del Estado de 2025, el ex presidente catalán ha anunciado una proposición para reclamar al presidente del Gobierno que se someta a una cuestión de confianza.
El Ejecutivo ya ha adelantado que Sánchez no va a presentar una cuestión de confianza. Previa deliberación del Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno es el único que puede activar ese mecanismo constitucional que supone que el jefe del poder ejecutivo somete un programa o una declaración política al Congreso de los Diputados, y si no logra el apoyo de la mayoría simple de la cámara baja, presenta su dimisión al rey y se inicia el proceso para investir a otro presidente.
El movimiento de los independentistas catalanes herederos de Convergència ha provocado reacciones diversas. El PSOE pide calma, ERC ha aprovechado para atacar a su rival en Cataluña, y en el PP tampoco ven claras las intenciones de Junts, y por eso Alberto Núñez Feijóo prefirió usar la noticia para reclamar a Pedro Sánchez que ponga fin a una legislatura “que es un sinsentido” y convoque elecciones.
Según le cuentan a El Chivato en Junts, el objetivo de esta maniobra parlamentaria no es tanto desgastar a Pedro Sánchez, como más bien poner a prueba a Feijóo.
En la cúpula del partido de Puigdemont dan por hecho que Sánchez no va a aceptar el envite, y que por tanto no va a someterse a una cuestión de confianza, sea cual sea el resultado de la votación en el Congreso de los Diputados sobre la proposición no de ley de Junts que reclama al presidente del Gobierno que presente esa cuestión de confianza.
Pero esa votación sobre la proposición no de ley -que no obliga legalmente al Gobierno a hacer lo que se le pide- sí servirá a Junts para testar las intenciones tanto del Partido Popular como de Vox.
En los más de dos años que lleva como líder nacional del PP, Núñez Feijóo se ha enredado en ocasiones en mensajes contradictorios sobre si debería presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez, y si para ello negociaría el apoyo de partidos nacionalistas e independentistas (Junts y Partido Nacionalista Vasco, al menos) que él le echa en cara al PSOE.
Feijóo y líderes de Junts como Laura Borràs han deslizado en ocasiones la posibilidad de presentar o apoyar una moción de censura, pero al final Puigdemont ha zanjado las especulaciones: en ningún caso apoyaría una moción del PP, que supondría investir como presidente del Gobierno de España a Alberto Núñez Feijóo.
Sin embargo, tras los amagos del líder popular, el líder de Junts (que continúa en el extranjero por no haber sido amnistiado) pretende comprobar si el Partido Popular, incluso Vox, apoyan una proposición que mete presión a Sánchez, aunque la impulse una formación que los dos partidos nacionales consideran que está dirigido por “golpistas”, desde la intentona secesionista de otoño de 2017.
De fondo subyace la idea de Junts de probar cuál podría ser la relación, el trato que Alberto Núñez Feijóo y el PP les dispensarían como hipotéticos socios en un escenario político futuro.