Personalidades mundiales, como Donald Trump y el presidente ucraniano Zelenski, y representantes de casas reales, como los reyes de Bélgica y el príncipe Guillermo de Inglaterra, estuvieron presentes el sábado, en París, en la reinauguración de la catedral de Notre Dame. Y en ese acto se echó de menos la presencia de los reyes de España.
El presidente Macron envió una invitación personal a Felipe VI y doña Letizia para que asistieran a un acto tan significativo, pero finalmente los reyes no viajaron a la capital francesa.
La versión oficial de la Casa del Rey, a la pregunta por el motivo de la no asistencia al acto en Notre Dame, se limita a decir que los reyes no viajaron porque “no estaba en su agenda”. “No lo hemos tenido en agenda. No tenemos más referencia”, es la respuesta.
Otras fuentes cercanas a la Casa del Rey, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, reconocen, de forma extraoficial, que la ausencia del jefe de Estado en París se debió a una ‘prohibición’ por parte de Moncloa.
“Zarzuela contaba con la presencia de los reyes en París, pero dependía de la decisión de Moncloa”, añaden. Y la decisión fue negativa.
Como es sabido, constitucionalmente cualquier actividad del rey necesita el refrendo del Gobierno, de tal forma que no está en su mano tomar decisiones por su cuenta.
Las fuentes consultadas por Confidencial Digital relacionan lo ocurrido ahora con la serie de desencuentros que se han producido entre la Jefatura del Estado y la jefatura de Gobierno. El principal y más reciente, lo ocurrido durante la visita a la ‘zona cero’ de la Dana, a Paiporta.
Allí, el presidente del Gobierno abandonó la zona cuando estallaron los incidentes, mientras que Felipe VI y doña Letizia optaron por seguir a pie de calle, escuchando a los vecinos, animándoles, abrazándoles...
Según algunas informaciones, poco después, en la reunión celebrada en el Centro de Mando, el presidente del Gobierno echó en cara al rey que se hubiera quedado, dejándole así a él en evidencia por haberse marchado.
También le reprochó Sánchez que el primer día de la catástrofe hubiera enviado sobre la marcha efectivos de la Guardia Real a la zona de las inundaciones.
Fuentes bien informadas a las que ha tenido acceso Confidencial Digital destacan que aquel pulso iniciado en Paiporta ha seguido produciéndose, con las posteriores actuaciones del rey, con nuevas visitas a la zona afectada por las inundaciones.
El último episodio ha sido la decisión de los reyes de asistir al funeral por las víctimas, en la catedral de Valencia, cuando, en un primer momento, se anunció que nadie del Gobierno acudiría, ni el presidente ni ningún ministro. Posteriormente, se comunicó que estarían presentes la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y los ministros de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant.