Fascinados por el nivel de la gastronomía española y sus materias primas, China ha aterrizado en Madrid para iniciar el recorrido de un ambicioso proyecto chino que consiste en revalorizar la cocina del milenario país a través del Campeonato Internacional de Cocina China. El evento ha celebrado su primera edición pospandemia, el 28 de noviembre en el Complejo Olivar de Alcalá de Henares, teniendo en cuenta la gran hospitalidad de España y, por supuesto, su trascendencia en la industria culinaria. En un entorno cargado de aromas, sabores y emociones, chefs y empresarios chinos buscaron no solo mostrar su arte en la cocina, sino también construir puentes entre Oriente y Occidente.
Con la celebración del Campeonato Internacional de Cocina China se reafirmaron los lazos culturales entre dos países, que aunque lejanos en posiciones geográficas, comparten muchos aspectos en común desde la forma de socializar o disfrutar de la vida.
Wu Li, representante de la Federación Mundial de la Industria Gastronómica de China, destacó la hospitalidad y la calidez del pueblo español, señalando que estas cualidades se ven reflejadas en los sabores de su cocina. Del mismo modo, Li defiende que, en China, la gastronomía también revela la rica historia del país, aunque de momento, esta no se conoce tanto a nivel internacional. Uno de los retos más importantes en el recorrido del evento es cambiar la percepción de la cocina china en el extranjero, ya que históricamente los emigrantes que llevaron la cocina china al exterior lo usaron como medio de supervivencia, más no como un producto cultural de valor. Actualmente, hay más de 700.000 restaurantes chinos en el mundo, con ingresos anuales de 600.000 millones de dólares. «Ahora, la situación de China ha cambiado, ya que al ser la segunda potencia del mundo, cuenta con los recursos financieros y logísticos para redefinir el concepto de la cocina china en el exterior», explicó.
En el evento, Frank Liu, miembro de la Asociación Culinaria de Shenzhen, compartió cómo esta ciudad se ha convertido en un estandarte de modernidad e integración. Shenzhen, una antigua aldea de pescadores que en apenas 45 años se transformó en una de las ciudades más avanzadas de China, simboliza la fusión de tradición e innovación.
Según Liu, esta evolución se refleja directamente en su cocina, que combina técnicas ancestrales con tendencias modernas. Quiso recordar también que en esta ciudad china se está implementando la política denominada «Economía de la gran bahía», un concepto similar a la bahía de Los Ángeles, a través del cual se unen las dos Regiones Administrativas Especiales de Hong Kong y Macao, y los nueve municipios de Guangzhou, Shenzhen, Zhuhai, Foshan, Huizhou, Dongguan, Zhongshan, Jiangmen y Zhaoqing en la provincia de Guangdong. En esta zona, todos los puntos son accesibles a solo dos horas, por eso es que es muy fácil disfrutar de la cocina de todas las ciudades que la integran.
Durante la jornada, chefs de distintas partes del mundo pusieron a prueba su talento. Desde China, llegaron reconocidos chefs de ciudades como: Beijing, Datong, Jilin, Shenzhen, entre otros. Datong deleitó a los asistentes con sus pastas, haciéndole honor a su reputación como la capital de las pastas en China. Jilin, por su parte, trajo creaciones basadas en carnes y sabores agridulces, mientras que chefs de Shenzhen ofrecieron reinterpretaciones de clásicos. En representación de Perú, el reconocido chef Jhosef Arias ofreció una cátedra de la cocina de su país y la influencia asiática que ha marcado su cocina. Por parte de España, el destacado chef Oriol Castro, del restaurante Disfrutar en Barcelona, estuvo entre los asistentes, elogiando la calidad de los platos presentados.
La apuesta de China por mostrar al mundo su cocina auténtica es clara. La colaboración entre España y China no solo permitirá a los consumidores españoles descubrir una gastronomía renovada y auténtica, sino que también fortalecerá los lazos económicos y culturales. Según Wu Li, «este campeonato no es solo una competición, sino una herramienta para conectar industrias, chefs y culturas, construyendo amistades y oportunidades mutuas». Al cierre del evento, como organizador aseguró que la convocatoria, superó sus expectativas, pues desde el inicio de la jornada, el interés surgió naturalmente entre el sector de hostelería español y los empresarios chinos, quienes firmaron acuerdos y colaboraciones entre ellos para llevar productos a China o apoyar la creación de nuevas fábricas en la industria. Según la experiencia del empresario en este tipo de eventos, este tipo de acuerdos siempre llegan a buen puerto, porque China ahora tiene todas las herramientas y ganas para dar a conocer su gastronomía en el mundo como para invertir en el sector alimenticio de Europa y España, en especial.
El próximo año, el recorrido continuará en Hong Kong, y posteriormente en Estados Unidos y otros continentes, reafirmando el compromiso de China con la excelencia gastronómica global. Como dijo Frank Liu, «España y China comparten valores fundamentales: pasión, tradición y el deseo de compartir lo mejor de sus culturas con el mundo».
