Hechos de violencia se produjeron en la Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía (UNIA), región Ucayali. El 5 de diciembre, los profesores José Cedeño y Hernán Ávila, también vicerrector, destituidos de sus funciones por no hacer clases presenciales, ingresaron a la universidad junto a la secretaria del Juzgado Civil de Yarinacocha, de la Corte Superior de Ucayali, Sharon Arribasplata, a fin de hacer cumplir una resolución de reposición. El objetivo era llegar a la Oficina de Recursos Humanos donde se levantaría un acta y quedarían reincorporados en sus funciones.
Sin embargo, cuando se dirigían a esta oficina apareció gente que comenzó a agredirlos a pesar de que venían acompañados de tres policías. El arrebato de los jóvenes los obligó a encerrarse en Recursos Humanos, mientras afuera forzaban la puerta exigiendo a gritos que abandonen inmediatamente de la universidad. Este hecho, la falta de garantías y la repentina ausencia de los jefes de Recursos Humanos y de la Dirección General de Administración frustró el cumplimiento de la resolución de reposición.
Los incidentes fueron señalados en el Acta de Reposición que levantó la representante del Juzgado. Ahí se refiere que cuando llegó a la escena el asesor legal de la UNIA, Eudosio Páucar Rojas, les pidió que se retiren debido al disturbio “porque puede ir a mayores”. La salida del lugar no fue diferente, las agresiones y amenazas se repitieron.
“…en ello y estando a los disturbios, la policía me llevó a un carro de Serenazgo, indicando que corría peligro y me trajeron a la comisaría en donde se termina de redactar el acta”, señala Sharon Arribasplata en el documento.
Al día siguiente, en un pronunciamiento, el Consejo Universitario de la UNIA dijo que los profesores, la secretaria judicial y los policías ingresaron violentamente a la universidad vulnerando la Ley Universitaria 30220, que indica que la Policía Nacional y el Ministerio Público solo pueden ingresar por mandato judicial o a petición del rector.
También manifiestan que la medida cautelar no fue comunicada al rector y que por eso el requerimiento no pudo ser atendido. Además, responsabilizan “al Juzgado Civil Permanente de Yarinacocha y a su secretaria judicial de futuros enfrentamientos y costos humanos que pudieran presentarse”.
“Se está escapando de las manos”
Los conflictos en la UNIA empezaron el 2 de octubre de este año cuando la Asamblea Universitaria tomó la decisión de vacar al rector Juan López Ruiz y designar al vicerrector Hernán Ávila Morales como rector encargado.
Ávila Morales refirió que al día siguiente, la universidad amaneció tomada y así permaneció una semana, sin clases y toda actividad académica suspendida. El rector Juan López Ruiz desconoció la resolución de la Asamblea Universitaria y ha continuado dirigiendo la universidad.
“Él sigue ahí porque tiene una especie de ejército de gente que ha contratado y que se auto declaran como delincuentes, según videos”, sostuvo Ávila.
Asimismo, relató que la Asamblea Universitaria vacó al rector Juan López porque al 2 de octubre el presupuesto que ejecutó fue solo de 31%, y que esto sucedió porque no permitió el control, no quiso hacer asambleas universitarias ordinarias ni extraordinarias. Tampoco permitió que la Comisión Permanente de Fiscalización hiciera su trabajo.
Respecto a la actual situación de la UNIA, Ávila consideró que se está escapando de las manos al utilizar a los alumnos para que agredan a sus docentes. Dijo que el principio de autoridad se ha perdido y urge recuperarlo.
“Mi tarea como rector encargado no es quedarme como tal, mi tarea es poner un poco de orden y llamar a elecciones para que alguien ocupe el cargo que Juan López ha dejado vacante. Esto por mandato de la ley, por mandato del Estatuto y por mandato de la Asamblea Universitaria. Poner orden, porque en vez de formar jóvenes con valores se les está dando un mensaje totalmente negativo”, estimó.