El villancico “Mi burrito sabanero” se ha convertido en un himno navideño para millones de personas en el mundo de habla hispana. Interpretada en 1976 por el grupo infantil venezolano “La Rondallita”, la canción debe su encanto a la voz solista de Ricardo Cuenci, un niño de apenas 8 años. A pesar del éxito internacional, la vida de Cuenci estuvo lejos de ser un cuento de hadas. Sin recibir remuneración por su participación en el emblemático villancico, enfrentó múltiples desafíos personales que marcaron su trayectoria.
A más de cuatro décadas de aquella grabación, Ricardo Cuenci sigue siendo recordado por la dulzura de su voz. Sin embargo, detrás de ese legado hay una historia de lucha y resiliencia, que incluye pobreza, injusticias y sueños truncados.
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La vida de Ricardo Cuenci tomó un giro inesperado tras el éxito de “Mi burrito sabanero”. Aunque la canción llegó a convertirse en un fenómeno internacional, él no recibió compensación económica por las grabaciones ni por las presentaciones que realizó junto al grupo “La Rondallita”. En una entrevista para el diario El Periódico de España, Cuenci confesó sentirse “estafado, defraudado y engañado”, al no haber obtenido un solo bolívar por su trabajo.
El músico César Muñoz, en su canal de YouTube La Cata Musical, profundizó en los retos de Cuenci, quien reveló haber pasado tres meses en prisión antes de cumplir 18 años por un robo. Un amigo pagó la fianza que le permitió salir en libertad. Desde entonces, su vida ha estado marcada por el esfuerzo diario para mantenerse a flote.
En 2022, Cuenci, de 56 años, trabajaba como carpintero y laminador en Caracas. A pesar de sus dificultades, aún sueña con volver a los escenarios: “Yo aún canto”, afirmó al medio español, añadiendo que la canción le provoca lágrimas, no por lo que perdió, sino por la felicidad que genera en otros.
Nacido en Venezuela, Ricardo Cuenci tenía solo 8 años cuando grabó “Mi burrito sabanero” en 1976. Seleccionado junto a otros niños del Coro Infantil de Venezuela, formó parte del grupo “La Rondallita”. Aunque su voz marcó la infancia de generaciones, su vida posterior no reflejó el mismo éxito.
Cuenci compartió que pudo haber integrado la famosa agrupación juvenil Menudo, pero su padre se opuso debido a su corta edad. “Si yo hubiese estado con Menudo, otro gallo hubiese cantado. Estaría ayudando a mi familia y no estaríamos en esta situación”, confesó.
A pesar de los desafíos, Ricardo valora el impacto de “Mi burrito sabanero”. Considera que la canción simboliza alegría y esperanza, y ha expresado que le encantaría recibir apoyo para regresar a los escenarios.
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El villancico “Mi burrito sabanero” fue compuesto en 1972 por el arpista y compositor venezolano Hugo Blanco, quien lo creó para la temporada navideña. Inicialmente grabado por el icónico Simón Díaz en su álbum Las Gaitas de Simón, la canción adquirió una nueva dimensión en 1976 al ser interpretada por “La Rondallita” con la inconfundible voz de Ricardo Cuenci.
El sencillo se popularizó rápidamente en las rocolas de Venezuela antes de cruzar fronteras y conquistar países como Puerto Rico, donde Cuenci se presentó en estadios llenos. Desde entonces, el villancico ha sido versionado por numerosos artistas, convirtiéndose en un clásico infaltable de las celebraciones navideñas.
