El presidente sirio Bachar al Asad depuesto por los islamistas está en paradero desconocido dentro de Rusia. La agencia de noticias rusa TASS informó el domingo por la tarde que el dictador había volado con su familia a Moscú para buscar refugio tras su abrupta salida de Damasco. Según informó el propio Asad, Rusia les proporcionó asilo. Lo mismo informaron las agencias RIA Novosti e Interfax, citando una fuente en el Kremlin, según la cual las autoridades rusas, y especialmente Vladimir Putin, proporcionaron asilo a Asad y su familia, “basándose en consideraciones humanitarias”.
En Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha dicho esta mañana que el presidente ruso había tomado la decisión de conceder asilo a Asad y su familia, pero que todavía no había planes para que ambos se reunieran. La embajada de Siria en la capital de Rusia fue vista ondeando la bandera de tres estrellas de oposición al caído régimen de Asad.
Se cree que Asad huyó con su familia en un avión ruso que despegó desde Latakia, donde Moscú tiene un base militar. El aparato voló con el transpondedor para evitar ser localizado y presuntamente se dirigió hacia Rusia. El transpondedor del avión se encendió brevemente cerca de Moscú antes de apagarse nuevamente antes del aterrizaje.
El transpondedor de avión es un dispositivo electrónico que emite señales de radio en respuesta a las interrogaciones recibidas por los radares secundarios de control de tráfico aéreo. Es esencial para la identificación y el seguimiento de aeronaves en el espacio aéreo controlado. Su función principal es proporcionar información clave sobre el vuelo.
Moscú ya dio asilo a líderes políticos en el pasado, entre ellos al expresidente de Ucrania Víktor Yanukóvich, en 2014, cuando huyó en medio de la revolución del Maidán en Kiev. Aunque se desconoce dónde se alojará Bachar al Asad, fuentes periodísticas apuntan a que podría vivir en el exclusivo barrio moscovita de Barvija, donde reside la familia del expresidente yugoslavo Slovodan Milosevic. Allí también vive Askar Akáyev, ex presidente de Kirguistán derrocada en el año en 2005 durante la conocido como revolución de los tulipanes,
En un informe encargado por el Congreso de Estados Unidos en 2022, se decía que el patrimonio neto de la familia Asad se estimaba entre los 1.000 y los 2.000 millones de dólares. El Departamento de Estado dijo que sólo podía proporcionar una "estimación exacta", ya que se cree que los Asad tienen activos bajo nombres ficticios o a través de acuerdos de propiedad opacos. EEUU cree que los Asad dirigen "un complejo sistema de mecenazgo que incluye empresas fantasma y fachadas corporativas que sirven como herramienta para que el régimen acceda a los recursos financieros". Dicha estimación incluye a la esposa, el hermano, la hermana, los primos y el tío del ya ex presidente, la mayoría de los cuales son objeto de sanciones estadounidenses.
El Kremlin ha dicho que aún tiene que negociar el futuro de sus bases militares en Siria con las nuevas autoridades del país árabe. "Es prematuro hablar de ello. En según el canal de noticias turco NTV. todo caso, será objeto de discusión con quienes estén en el poder en Siria", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria. Sin embargo, según el canal de noticias turco NTV, las tropas rusas que permanecen en Siria serán evacuadas con la ayuda de Turquía. Según esta fuente, Moscú solicitó a Ankara ayuda para evacuar a sus tropas que quedan en Siria, donde Rusia cuenta con una base naval y otra base aérea.
Rusia, junto con Irán, era el principal apoyo exterior de Asad y su caída en una ofensiva relámpago de una alianza de milicias rebeldes ha dejado a un número indeterminado de soldados rusos en territorio sirio.
Este lunes por la mañana se escucharon ataques en Damasco, según un equipo de CNN. No está claro de momento quién llevó a cabo los ataques, aunque un equipo de CNN vio aviones israelíes volando hacia Siria. Israel ha ordenado a sus militares que establezcan una zona de seguridad en Siria más allá de los Altos del Golán ocupados por Israel, en una señal del peligro potencial que siente el Estado judío por parte de gobernantes islamistas en Damasco tras la caída de la dictadura.