Defender a México, denunciar y señalar a los traidores es urgente, porque lo que está en juego es el futuro, es México.
Por eso, larga vida al senador Mario Vázquez, de Chihuahua, que se plantó firme ante la traición a la patria, ante el corrupto de Miguel Ángel Yunes Márquez.
El padre, Miguel Ángel Yunes Linares, traidor igual que su hijo, es un político de la época del PRI hegemónico; cuando cambió al PAN, pues inmediatamente se acomodó en ese partido en el poder, al grado de convencer a Elba Esther Gordillo de hacerlo director del ISSSTE, sin olvidar que conquistó la gubernatura de su estado, Veracruz, aun cuando ésta fue sólo de dos años, de 2016 a 2018. No hubo necesidad de más, porque Veracruz es uno de los presupuestos más grandes del país. El cuarto lugar, con casi 150 mmdp anuales. Veracruz fue de su propiedad, literal, durante esa gubernatura ‘de ajuste’ con las elecciones federales. O sea, es un político de firmes convicciones.
El traidor Miguel Ángel Yunes Márquez fue alcalde de Boca Del Río en 2007 y luego regresó en 2013. Mientras, su hermano Fernando fue alcalde de Veracruz puerto en 2018 gracias a que su papá, siendo gobernador, le preparó el terreno. Pero la historia de ordeña no termina ahí: el hermano dejó como sucesora a Patricia Lobeira, su cuñada (esposa del traidor, nuera del traidor y actual alcaldesa reelecta del puerto).
Este breve relato de elecciones ganadas y transferencias de poder en familia deja de manifiesto que lo que a los Yunes les importa es estar en la silla para hacer crecer su negocio. Porque ellos son políticos; nunca se han dedicado a ninguna otra cosa. Entonces, queda claro que su negocio es la política; los cargos. Presumen que han vivido de sus sueldos, pero las sumas, simplemente, no dan.
La semana pasada, el Senado fue la arena pública. La traición no quedó impune. Mario Vázquez fue vocero de millones de mexicanas y mexicanos -la votación para el Congreso quedó 54% contra 46% y su sobrerrepresentación fue gracias a la morenista de Taddei y sus compinches en el INE y de Mónica Soto y sus compinches del TEPJF, salvo Janine Otálora- que queremos un país con división de poderes, democracia y rendición de cuentas mediante órganos autónomos y que rechazamos los arreglos personales de los Yunes con cargo al país.
Ahora resulta que Miguel Ángel, además de corrupto y traidor, tiene la piel muy delicada y se sintió agredido porque Mario, senador por “Shihuahua”, le dijo “Yunes las dio”- jajajajaja-, y sí, sí las diste, Yunes, para no irte a la cárcel.
Así pues, Adán Augusto trató de hacer fuerte a la nena de Yunes Márquez, tras escuchar la verdad: que las diste, mientras un improvisado réferi, Manuel Velasco, intentaba calmar los ánimos. Hasta Enrique Vargas se metió a defender a su compañero panista, en medio del altercado.
Porque Yunes hizo del voto a favor de la reforma judicial, un evento privado, cuando lo que estaba en juego era la justicia, la seguridad de millones de familias mexicanas, la división de poderes del país y, por ende, la democracia.
Y sí te podemos criticar tu voto, porque tu escaño de senador fue como senador de oposición.
A los Yunes les interesó solamente su lana y no pisar la cárcel. Abajo de eso, nada vale. Queda confirmado que les mostraron los expedientes, las fotos, los abusos, los estados de cuenta, las propiedades en Estados Unidos, las órdenes de aprehensión. Les ofrecieron impunidad. Les ofrecieron conservar su fortuna sin pellizcarles un solo centavo... de dólar.
¿Dónde quedó el sentido de la verdad? ¿Cómo se hipoteca el bien común para salvar a una sola familia? Lo que hicieron los Yunes fue algo verdaderamente vergonzoso y mortal para todo un país; un cambio de régimen.
La prueba: ya les cancelaron la orden de aprehensión en su contra. Ésa que lo tuvo recluido hace varias semanas en Estados Unidos, quesque por una lesión en la espalda. Pero la única verdad es que mientras se escondía en un hospital, su padre, Yunes Linares, negociaba con Adán Augusto el indulto, a cambio de su voto traidor.
La verdad es algo muy difícil de ocultar. En México no todos están dispuestos a olvidar y menos aún a callar. Hay quienes creemos en la justicia de las palabras y en la no-impunidad en la vida pública.
Fue Chihuahua, hace más de un siglo, cuna de la lucha de valientes. Agustín Melgar, nacido en ese estado fue uno de los niños héroes y Pancho Villa fue gobernador provisional y uno de los jefes de la Revolución.
Hoy, Chihuahua vuelve a encabezar una lucha por México, en contra de los políticos de cola muy larga y traidores a la patria Miguel Ángel Yunes Márquez y Javier Corral, quienes están escondidos tras los morenos. El hombre que dio un paso adelante se llama Mario Vázquez. Lo hizo sabiendo que, a partir de ahora, Morena y el gobierno lo van a perseguir para callarlo. Millones deberíamos seguir el ejemplo de Mario, porque la historia se escribe cuando uno se hace presente y se niega a ser omiso; es decir, cuando uno es valiente... y punto.
El karma existe, y los Yunes, con mentiras, terminaron de darle el tiro de gracia a Javier Duarte. Así pues, a donde vayan los seguirá el estigma de traidores.
Revolcaron el nombre de su familia, hijos y nietos en el fango de la inmundicia. Ah, y cómo dejar de mencionar que ni Andrea Chávez, ni la señora de Zacatecas que constatamos ya es multimillonaria y que podría poner una inmobiliaria con sus casas, Nahle, hoy gobernadora de Veracruz, los quieren.
