Unos minutos antes de que Mbappé fallara su segundo penalti en siete días, el madridismo ya estaba con la boca abierta. El francés había recibido un pase de Rodrygo , tras una jugada del brasileño por banda izquierda, y desde dentro del área, y sin oposición, tenía un disparo claro ante Agirrezabala. Le pegó mordida, con el tobillo, más o menos cómo dispara un futbolista de escasa calidad en el golpeo y en la ejecución técnica. Realmente, no tiene explicación lo que le pasa a Kylian. «No he hablado con Mbappé y no tengo que evaluar el partido de un jugador por un penalti. Obviamente está triste, decepcionado y seguramente no está a su mejor nivel, pero hay que darle tiempo para adaptarse. Hay que darle tiempo para hacerlo mejor», reflexionó Ancelotti en la sala de prensa de San Mamés. El italiano no quiso ahondar en la herida y estuvo políticamente correcto cuando se le cuestionó si el próximo penalti lo volvería a tirar el francés: «Ha marcado diez goles y su rendimiento es mucho más que ese 1% que es lo que me preguntas. Los penaltis los tiran él, Bellingham y Vinicius, que los últimos que ha lanzado lo ha hecho muy bien». En las imágenes de televisión, se ve como Bellingham y Lucas se abrazan con él y le dan ánimos antes del lanzamiento. La imagen, por rutinaria que pudiera ser, no deja de ser llamativa, evidencia la falta de confianza del francés y sirve de prueba de por qué no los quiso tirar ante el Getafe. Y el primero en reconocerlo es el propio jugador, que por fin se pronunció sobre lo que le está pasando: «Un gran error en un partido en el que cada detalle cuenta. Asumo toda la responsabilidad. Es un momento difícil, pero es el mejor momento para cambiar esta situación y demostrar quién soy», escribió el jugador en sus redes sociales. No fue el único señalado de la noche. Valverde regaló el gol de la victoria al Athletic, en una pérdida impropia de un jugador como el uruguayo. Ancelotti también salió al paso para exculparle: «Fede, como Kylian, está triste y decepcionado. Pero a Fede no hay que tocarlo, es un grandísimo jugador. Los errores se hacen y hay que mirar ya al próximo partido». Será en Montilivi , ante un siempre complicado Girona en su estadio. Allí llegará el Madrid tras la quinta derrota de la temporada, tres más que en todo el curso anterior. El dato habla por sí solo: «Es más extraño llevar cinco derrotas en poco tiempo que lo de la temporada pasada. Los últimos partidos hemos mejorado algunos aspectos, pero todavía no somos sólidos», reconoce Carletto, que sabe que va a ser mirado con lupa en Girona y el próximo martes en Bérgamo. No hay colchón posible.