La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó un informe que muestra la situación de los trabajadores mal remunerados en América Latina. Aunque la desigualdad salarial ha disminuido en muchos países desde el año 2000, los problemas persistentes como la informalidad laboral, los bajos salarios y las disparidades de género siguen afectando a una gran parte de la población trabajadora.
El informe señala que, aunque la desigualdad salarial ha disminuido en casi dos de cada tres países, aún hay muchos trabajadores que ganan menos del salario mínimo. En Latinoamérica, México y Brasil tienen el 10,8% de sus trabajadores mal remunerados, lo que podría reflejar los esfuerzos de ambos países por mejorar las condiciones laborales, aumentar los salarios mínimos y formalizar el empleo.
Sin embargo, aunque estas cifras son bajas en comparación con otros países, la situación puede ser muy diferente en algunas áreas o sectores específicos. La informalidad y la desigualdad interna siguen siendo problemas que ambos países deben resolver para mejorar la vida de sus trabajadores.
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Aunque el porcentaje de trabajadores mal pagados es bajo en Brasil y México, ambos países siguen enfrentando grandes desigualdades salariales internas. Las diferencias entre las zonas rurales y urbanas, así como entre las clases sociales, pueden afectar las remuneraciones de los trabajadores. Aunque a nivel nacional los porcentajes son bajos, en algunas regiones de estos países los salarios bajos afectan a una mayor parte de la población.
Brasil y México han implementado políticas de salario mínimo que han tenido un impacto significativo en las condiciones salariales. Ambos países han aumentado el salario mínimo en los últimos años, lo que ha ayudado a mejorar los ingresos de los trabajadores más vulnerables.
La OIT señala que, aunque la desigualdad salarial disminuyó, persisten importantes barreras para lograr una verdadera equidad en los salarios. Entre estas barreras se encuentran el crecimiento económico desigual, la falta de políticas laborales inclusivas y la concentración de la riqueza en manos de unos pocos.
Además, la crisis económica en países como Venezuela y Argentina ha empeorado estas desigualdades. Por otro lado, las reformas laborales implementadas en algunos países no han sido suficientes para eliminar la pobreza laboral, lo que sigue siendo un obstáculo importante para mejorar las condiciones de vida de muchos trabajadores.