Los planes de Donald Trump siguen siendo un tema de intenso debate. El presidente electo de Estados Unidos había nominado a Pete Hegseth como secretario de Defensa, pero ahora el gobernador Ron DeSantis se perfila como una opción cada vez más probable para dirigir el Pentágono. Esta posible designación fortalecería las políticas migratorias que DeSantis ha implementado en Florida. En la próxima administración, las nuevas medidas antiinmigrantes de Trump y DeSantis podrían tener un impacto significativo en migrantes.
La decisión de Trump de considerar a DeSantis para el puesto de secretario de Defensa se fundamenta en diversos factores. En primer lugar, el gobernador de Florida formó parte del Cuerpo de Abogados del Ejército de la Marina de Estados Unidos. Incluso se ha posicionado como un líder firme en temas de inmigración, un tema crucial en la agenda de Donald Trump. Además, el gobernador DeSantis ha firmado leyes estrictas contra indocumentados. A diferencia de Pete Hegseth, quien ha sido una figura polémica debido a su historial personal y profesional, DeSantis emerge como una opción más estable y menos polémica.
La elección de Donald Trump de proponer a Ron DeSantis como secretario de Defensa podría responder al interés de evitar controversias en su próximo gobierno. El gobernador de Florida cuenta con un sólido respaldo dentro del Partido Republicano, especialmente en áreas clave como la inmigración y la seguridad nacional. Al nombrar a DeSantis para asumir las riendas del Pentágono, Trump reforzaría su firme postura contra la inmigración ilegal en Estados Unidos.
Pete Hegseth es un veterano de combate y expresentador de Fox News que enfrenta denuncias por abuso sexual y cuestionamientos sobre su comportamiento en organizaciones sin fines de lucro. Para que Hegseth sea confirmado como secretario de Defensa, necesitaría el apoyo de los republicanos en el Senado, pero los problemas legales y personales que enfrenta podrían dificultar significativamente este proceso.
Uno de los aspectos más destacados de la gestión de Ron DeSantis como gobernador de Florida ha sido su postura estricta hacia la inmigración ilegal. Mediante una serie de proyectos de ley, DeSantis ha adoptado políticas que endurecen las penas de prisión para los inmigrantes que cometen delitos menores y graves. Por ejemplo, los migrantes que conduzcan sin licencia podrían enfrentar hasta un año de cárcel. Además, los inmigrantes que hayan sido deportados anteriormente y luego cometan crímenes como robo o agresión se exponen a penas mucho más severas, que pueden oscilar entre 15 años de prisión y cadena perpetua, dependiendo de la gravedad del delito.
DeSantis ha sido claro en su mensaje: no tolerará la inmigración ilegal y su administración seguirá de cerca la aplicación de las leyes federales. En un contexto de creciente tensión en torno a la inmigración en Estados Unidos, especialmente con los planes de deportación masiva promovidos por Donald Trump, DeSantis ha emergido como un firme defensor de la aplicación rigurosa de la normativa. Si mantiene este enfoque de mano dura contra la inmigración, es probable que los inmigrantes en Florida y en otras partes del país enfrenten mayores dificultades a partir de 2025.
