El gobierno de Estados Unidos ha expresado su firme apoyo a la reciente decisión de la Asamblea Nacional de Corea del Sur de levantar la ley marcial. Recordemos que esta ley había sido implementada por el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol en respuesta a las crecientes protestas internas en el país. Una medida que había generado preocupación dentro y fuera de Corea del Sur.
Dicho levantamiento de esta ley ha sido bien recibido en gran parte por la comunidad internacional, especialmente en Washington, donde se enfatiza la importancia de respetar los principios democráticos.
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En un comunicado oficial, la Casa Blanca indicó que apoya “totalmente” la revocación de esta medida, al mismo tiempo que hizo un llamado a la calma y a la solución pacífica de las tensiones políticas internas.
La administración estadounidense destacó la importancia de preservar los derechos civiles y el Estado de derecho en el país aliado, resaltando que cualquier medida que suponga una amenaza a la democracia y a las libertades individuales debe ser revisada cuidadosamente.
Precisamente, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, expresó que esta acción refleja el compromiso de Estados Unidos con la estabilidad en la región y el fortalecimiento de las instituciones democráticas en Corea del Sur. Además, las autoridades estadounidenses enfatizaron que la revocación de la ley marcial es un paso positivo para las relaciones bilaterales y para la seguridad en el este asiático.
"Reafirmamos nuestro apoyo al pueblo de Corea y a la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur, basada en principios compartidos de democracia y Estado de derecho", declaró Blinken en un comunicado.
Este respaldo se produce en un momento de creciente competencia geopolítica, especialmente frente a la influencia de China y la situación con Corea del Norte.
El portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, afirmó que Estados Unidos espera que los incidentes en Corea del Sur se resuelvan de forma "pacífica" y "de acuerdo con el Estado de derecho".
"Queremos que esto se resuelva pacíficamente de acuerdo con el Estado de derecho y, sin duda, una votación así en el legislativo sería consistente con esta aproximación", declaró en una rueda de prensa.
Asimismo, Patel aseguró que Estados Unidos observa "con gran preocupación" los acontecimientos en Corea del Sur. Por lo que el Departamento de Estado está tratando de "interactuar" con sus homólogos en Seúl y funcionarios del gobierno surcoreano en Estados Unidos.
"Nuestra alianza con la República de Corea es férrea y estamos totalmente comprometidos con ella y en última instancia, nuestra esperanza y expectativa es que cualquier disputa política se resuelva pacíficamente y de conformidad con el Estado de derecho”, insistió Patel.
El funcionario estadounidense aseguró que la Casa Blanca no fue informada de que el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, pretendía declarar la ley marcial por primera vez en democracia.
"Estados Unidos no fue informada con anticipación de este anuncio. Estamos seriamente preocupados por los acontecimientos que estamos viendo sobre la República de Corea", declaró en un comunicado un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
