La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) advirtió que el cobro del derecho a cruceristas extranjeros, que trata de un impuesto de 42 dólares, atenta contra la industria turística nacional.
El organismo empresarial detalló que se estima un impacto en comercios y servicios de las comunidades portuarias al representar casi la mitad del ticket promedio de cada turista al bajar a puerto y un incremento de 213 por ciento respecto al cobro de derechos de otros mercados de cruceros internacionales.
“Por ley nosotros somos la voz de esos taxistas, restaurantes, hoteleros y comercios familiares que se verán afectados, no estamos hablando por las compañías de Cruceros”, dijo Octavio De la Torre, presidente del organismo.
Agregó que si la propuesta se aprueba en el Senado, la medida inhibiría el crecimiento del mercado portuario y el desarrollo del crucero mexicano.
“Las asociaciones que ven los mercados de cruceros a nivel internacional cuentan con información de cuánto es el derecho que se paga en otro país, dentro de los costos totales que genera a los barcos de los cruceros este tipo de medidas es que los puertos serían 213 por ciento más caros en términos generales con respecto a otros puertos que son competencia directa en su mayoría del Caribe”, explicó.
El cobro del derecho en otros puertos turísticos de la región caribeña como San Martin es de 14 dólares y en República Dominicana es de 23 dólares.
Ya se aprobó en la Cámara de Diputados, pero hoy se discutirán dos reservas que presentaron los senadores de Baja California y Quintana Roo.
“Es una subida cuesta arriba porque ya está aprobado por diputados, pero la Confederación como voz de la industria es pedir a Senadores que sean empáticos con las entidades portuarias”, dijo el presidente de la Concanaco Servytur.
En promedio cada año llegan entre 8 y 10 millones de cruceristas al país, este año a septiembre se contabilizan 6.8 millones y Quintana Roo representa la mitad del total.
Las características de los cruceros que llegan a los diferentes puertos del país tienen en común que es turismo transitorio, disponen de 4 a 6 horas para bajar al puerto y aprovechar la gastronomía, los recorridos turísticos y la compra de artesanías y se estima que su consumo es de 100 dólares por turistas.
De cobrarle los 42 dólares, reduciría su consumo prácticamente a la mitad, con un impacto en las familias que viven en las localidades de los puertos.
