El goteo intermitente de una canilla mal cerrada, la falta de ventilación, o el uso excesivo de agua caliente pueden provocar la aparición de sarro en las griferías tanto de las cocinas como de los baños.
Este sedimento se forma en las canillas por la acumulación de minerales como el calcio y el magnesio, que se encuentran en el agua dura que habitualmente usamos en nuestros hogares.
Si no se combate desde un primer momento, el sarro puede generar problemas a largo plazo, incluyendo importantes daños tanto en las canillas como las piletas, acortando su vida útil.
Pese a que muchos intentan con productos básicos de limpieza, existen métodos caseros con ingredientes que se consiguen en cualquier supermercado y que facilitan la limpieza del sarro.
Además de ser un ingrediente clave para condimentar distintas comidas, el vinagre blanco es un aliado infaltable al momento de limpiar una casa.
Producto económico y libre de químicos agresivos, no produce alergias y permite dejar relucientes las canilla sin necesidad de frotar durante mucho tiempo.
Para poder limpiar cualquier grifería con este problema se recomienda seguir el siguiente método:
Además del vinagre blanco, existe otros productos que permite hacer una limpieza a fondo de las canillas. Entre ellos se encuentran:
Las gaseosas sabor cola pueden ayudar a quitar el sarro de la grifería y del inodoro gracias a la acidez de sus componentes carbónicos y fosfóricos. Se puede verter una taza del líquido en la zona afectada y, tras dejar reposar varios segundos, frotar con cepillo húmedo.
Corta un limón por la mitad y frota la parte jugosa directamente sobre el sarro. La acidez del limón ayuda a disolverlo. Deja actuar durante un tiempo, frotar y enjuagar.
Mezclar un tercio de una taza de bicarbonato y una taza de vinagre en un recipiente. El segundo paso es rociar esta sustancia por los lugares y dejá actuar unas horas o toda la noche si es necesario.
Aplica un poco de pasta de dientes en una esponja o cepillo y frota sobre las áreas con sarro. Esto puede ser útil para áreas pequeñas y más difíciles de alcanzar.
Para aplicar estos productos se recomienda utilizar un cepillo de dientes viejo que permita llegar a fregar en pequeños espacios o grietas.