La última parte del año supone un reto para las compañías dedicadas al comercio electrónico. Amazon ha sufrido esta tensión en primera persona. La compañía americana ha tenido que avisar a sus vendedores asociados que estaba teniendo problemas para la recepción de mercancía. Una situación que, en última instancia, puede generar retrasos en la entrega de paquetes. En concreto, Amazon avisó hace menos de una semana a sus asociados en la plataforma Seller Central, que es donde los vendedores tienen todas las opciones de uso para sus negocios, que estaban « experimentando restricciones de capacidad en los centros logísticos de Alemania, Francia, Italia, España, República Checa y Polonia ». Alertaba que, ante esta situación, se podían producir «retrasos en la...
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