La magia de la Copa del Rey en las primeras eliminatorias es que enfrenta a equipos muy diversos. Los grandes frente a conjuntos donde los jugadores entrenan por las noches después de trabajar. Clubes que necesitarían juntar el presupuesto de una década para alcanzar la ficha de un jugador de la plantilla rival. El caso del Logroñés-Girona es realmente singular y por muchas razones.
Los aficionados más recientes conocerán, a buen seguro, las bondades del Girona. El equipo de Montilivi causó sensación la temporada pasada. Goleó al Barça, se metió por primera vez en Champions y ahora se las ha visto contra PSG, Feyenoord o PSV. Pero si hablamos de historia del fútbol, probablemente haya más solera en Las Gaunas que en el estadio catalán.
Y es que la UD Logroñés no es un equipo cualquiera. Su presidente y fundador, Félix Revuelta, lo levantó en 2009 para ocupar el espacio del extinto Club Deportivo Logroñés, que había dejado al fútbol sin referentes en la capital de La Rioja. «Una ciudad como Logroño no podía estar sin fútbol», explica a LA RAZÓN.
El objetivo del club riojano es asentarse en lo que se conoce como el fútbol profesional: Primera y Segunda División. De hecho, llegaron a Segunda en 2020, pero en los dos últimos meses encadenaron una mala racha de la que no se pudieron reponer. «Se juntaron muchas cosas y cuando habíamos conseguido llegar no nos pudimos mantener. Bajamos además en la última jornada, lo que es doblemente doloroso», detalla el presidente. En el último partido que el Girona disputó en Las Gaunas, ambos equipos estaban en Segunda. Fue el 9 de mayo de 2021 y el partido acabó 1-4 para los catalanes.
Mientras el primer equipo pelea por volver a Primera RFEF, el club ha desarrollado una ambiciosa ciudad deportiva que le permite tener cimientos fuertes: «Es probablemente el mayor orgullo que tengo. Cuando estuvimos en Segunda hubo jugadores que intentamos fichar y no vinieron porque las instalaciones no eran las más idóneas. Ahora sí las tenemos. Hay un filial, el Promesas, que no subió a Segunda RFEF porque nosotros nos quedamos a un partido de ascender. Y de allí han subido tres chicos al primer equipo. Hay un juvenil División de Honor y 16 equipos de base, y en 2025 seguramente sacaremos dos más», apunta Revuelta. Un proyecto que ha puesto a la capital riojana a la cabeza de las instalaciones deportivas en España. Revuelta ve el Villarreal como un espejo, un modelo del que aprender.
Con los cimientos puestos, es cuestión de seguir intentando el ascenso hasta que llegue. Por eso noches como la de hoy siempre son especiales. Ver a un equipo que disputa la Champions como el Girona garantiza, de primeras, una buena entrada. Aunque en el club dudan de que se llegue al lleno: «Si fuese un Osasuna o un equipo vasco no tendría duda, porque arrastran mucha afición visitante. En este caso... el estadio va a tener gente, pero no sé si se colgará el ‘‘no hay billetes’’ al final». Será la cuarta vez que un equipo Champions pise Las Gaunas. Antes lo hicieron el Valencia –en dos ocasiones, 2010 y 2020– y el Sevilla, allá por 2015.
La Copa, en realidad, no es el objetivo. De hecho, el Logroñés derrotó al Eibar con un equipo que combinaba algunos jugadores habituales con suplentes e incluso chavales subidos del filial. «Estos partidos se compiten siempre, son bonitos. Además, sirve a los menos habituales para mostrarse. Pero si hay que decir cuál es la prioridad, sin duda la Liga, porque queremos ascender y aquí si no eres campeón cuesta muchísimo. Los playoff son una lotería».
Dentro del Grupo 2 de la Segunda RFEF, la UD Logroñés es uno de los «cocos». De hecho, por más que la categoría como tal no esté encuadrada en el fútbol profesional, todos los jugadores se dedican en exclusiva al deporte. Incluso los tres que han subido este año del filial. Sergio Rodríguez, entrenador interino del club, afronta el duelo con ilusión: «No tenemos nada que perder, nos ilusiona jugar contra un rival como el Girona y queremos que la gete disfrute y competir al máximo», cuenta.
Un club en el mejor momento de su historia frente a un histórico que busca volver a la zona noble del fútbol, y que ya ha superado a un rival de superior categoría. Ese es el duelo en Las Gaunas, un estadio que no hace tanto veía pasar a grandes equipos cada dos domingos. Si sigue avanzando, el premio puede ser aún mayor.