No conforme con fomentar el odio internamente, el Gobierno busca ahora promoverlo también contra los migrantes. Con datos falsos, aseguran que negarles la educación universitaria o servicios de salud provocaría una mejora para los argentinos. Los números tanto de CABA como de la provincia de Buenos Aires muestran el absurdo: la atención a extranjeros no llega al 1% del total