Este sábado, el Botafogo hizo historia al conquistar por primera vez la prestigiosa Copa Libertadores, un logro destacado para el fútbol brasileño que tuvo un toque especial al enfrentarse en la final a otro equipo del país, el Atlético Mineiro. La victoria fue redondeada por los goles de Alex Telles y Junior Santos, quienes aumentaron la ventaja tras el tanto inicial de Luiz Henrique, que marcó en la primera parte del encuentro.
Sin embargo, mientras el equipo celebraba su triunfo, el futbolista Luiz Henrique, uno de los héroes de la final, vivía una experiencia personal que manchó el éxito. Según informaciones recientes, el jugador de Botafogo, exfutbolista del Betis, fue víctima de extorsión por parte de un familiar de su exesposa, un hecho que salió a la luz este lunes y que sorprendió tanto a los aficionados como a la prensa.
Raissa Cândida da Rocha, prima de la exmujer de Luiz Henrique, fue arrestada después de enviarle mensajes amenazantes al futbolista en septiembre. En esos mensajes, le exigía 20.000 reales (unos 3.100 euros) a cambio de no difundir material íntimo del jugador, como vídeos, fotos y conversaciones privadas. Afortunadamente, la extorsión no pasó a mayores, ya que la policía intervino rápidamente y detuvo a la infractora.
El medio brasileño Globoesporte informó que Raissa confesó el delito durante su arresto y que la justicia dictó prisión preventiva en su contra. La denuncia fue realizada por el propio Botafogo a finales de septiembre, lo que llevó a la Comisaría Antisecuestros a abrir una investigación.
El origen de este caso de extorsión se remonta al 24 de julio, cuando un hombre, aparentemente actuando en nombre de la prima de la exesposa de Luiz Henrique, empezó a amenazar al jugador. En ese momento, la persona exigió una suma de 40.000 reales (alrededor de 6.200 euros) y utilizó un teléfono que supuestamente pertenecía al representante del futbolista, Jhony Max. Max, quien también fue interrogado, negó las acusaciones y fue liberado, aunque continúa siendo parte de la investigación.
El caso tomó un giro más serio cuando, durante la concentración de Botafogo para la final de la Libertadores, Luiz Henrique recibió nuevas amenazas. Esta vez, la cifra solicitada era de 20.000 reales (aproximadamente 3.100 euros). Ante este nuevo incidente, el club denunció los hechos y la policía reanudó la investigación. Tras retirar el teléfono del jugador, las autoridades pudieron rastrear el número y vincularlo con un amigo de la familia de la exesposa de Luiz Henrique, lo que llevó finalmente a la detención de Raissa Cândida da Rocha.
El delegado Carlos Eduardo Rangel, encargado del caso, explicó que los intentos de extorsión se produjeron en momentos clave de la temporada, cuando el jugador estaba concentrado en los partidos decisivos. "Había un claro interés en desestabilizar al deportista en un momento psicológico importante", señaló Rangel.
A pesar de este complicado episodio, Luiz Henrique pudo seguir adelante con su carrera y, con el apoyo de su club y la intervención de las autoridades, logró superar la amenaza que intentaba empañar su éxito tanto en lo personal como en lo profesional.
