La Fundación “la Caixa” presenta una iniciativa destinada a acompañar a la primera infancia
En España, según el informe Estado de la pobreza 2024 elaborado por European Anti-Poverty Network (EAPN), el 34,5 % de los menores están en riesgo de pobreza o exclusión social, lo que supone el valor más elevado de todo el periodo estudiado y una de sus conclusiones es que “como sucede todos los años, los hogares con niños, niñas y adolescentes tienen tasas de pobreza notablemente más altas que aquellos compuestos solo por personas adultas”.
Es importante tener en cuenta el enorme impacto que supone vivir en entornos o situaciones de vulnerabilidad en los primeros años de vida de un menor. En esta etapa el cerebro establece la mayor cantidad de conexiones neuronales por lo que es esencial proporcionar una estimulación adecuada que promueva un desarrollo pleno. En la primera infancia se establecen los patrones socioemocionales a partir del ambiente y es el periodo en el que se integran todos los sentidos que les permiten conocerse a sí mismos e interactuar con los demás. Por ello, el entorno tiene un papel clave durante esta etapa.
Atendiendo a estas necesidades y dentro de la Semana de la Infancia, la Fundación “la Caixa” ha puesto en marcha Espacios Familiares 0-3, una iniciativa pionera de apoyo a la primera infancia para familias en situación de vulnerabilidad social, impulsada por el programa CaixaProinfancia y financiada por los fondos europeos Next Generation. Este proyecto, que nació como piloto en 2023-2024 en 20 entidades de nueve comunidades autónomas, tiene como objetivo fomentar competencias parentales, hábitos de crianza saludables y el desarrollo integral de niños de 0 a 3 años, ofreciendo acompañamiento social, talleres y ayuda económica para productos básicos. Dados los buenos resultados obtenidos, a partir de este curso 2024-2025 se amplía a 30 entidades, que irán aumentando progresivamente en los territorios en los que se desarrolla CaixaProinfancia.
“La iniciativa surge de la necesidad de ampliar el acompañamiento a las familias desde dos líneas muy claras: acompañamiento social, a través de la figura de la trabajadora social; y acompañamiento familiar a nivel educativo, mediante una educadora infantil y actividades dirigidas a trabajar diferentes temas relacionados con la crianza”, asegura Soledad García, psicopedagoga, especialista en acompañamiento durante la maternidad y la crianza, y educadora infantil en el espacio de esta entidad. Este espacio, señala García, funciona además como lugar de encuentro y relación entre padres e hijos pero también con otras familias que pueden compartir experiencias y ampliar su red social.
“Es un segundo hogar”, señala Shirley, una mujer peruana que llegó a España hace tres años, para ayudar a su marido afectado por la COVID-19 que también se llevó a su hija de 16 años. Shirley dio a luz a Rebeca que nació con síndrome de Down y una terapeuta le habló de este proyecto. “Quería que Rebeca se relacionara con otros niños y el personal del proyecto me recibió muy bien, nos hicieron sentir parte de una familia. Es un espacio donde se nos da amor, se nos apoya mucho y los pequeños se divierten y aprenden”, explica Shirley.
La esencia de la vertiente educativa del proyecto está en los Talleres Familiares a los que acuden entre seis y ocho familias, con hijos del mismo grupo de edad. Duran unas 80 horas y se imparten una o dos veces a la semana, dependiendo de la edad de los pequeños. “Los talleres son espacios de cuidado para las familias. El objetivo es facilitar la relación entre la madre o el padre y el niño o niña. Son un espacio de vínculo y relación, alejado del ritmo diario”, explica García
Maryam, una mujer paquistaní de 33 años que lleva casi dos décadas en España, también participa en los Espacios Familiares 0-3 con la menor de sus tres hijas. “Conocí el proyecto por amigas y me encanta. Todo el mundo es muy amable, aprendemos cómo cuidar de nuestro bebé y primeros auxilios, y te ayudan en todo. Ha supuesto un cambio muy positivo en la vida de mi familia”, explica Maryam que ha estudiado un curso de Grado Medio de monitora y otro de Traducción.
Además, para seguir acompañando a las familias están los Encuentros 0-3, pensados para que puedan conocerse y compartir inquietudes además de facilitar la evaluación de competencias parentales y el desarrollo infantil. Y para apoyar la inserción laboral cuentan con un servicio de apoyo en colaboración con recursos territoriales que ofrecen itinerarios de inserción personalizados. También pueden optar al Bonus 0-3, un servicio de canguro que puntualmente les permite dejar a los menores para que los progenitores puedan asistir a programas de formación. Y por último, pero no menos importante, las familias también reciben una ayuda económica que consiste en una tarjeta monedero de Fundación “la Caixa” en la que se realizan, a lo largo del curso, tres cargas de 300 euros, hasta alcanzar un total de 900.
Gracias a todas estas medidas, las familias se sienten seguras y pueden compartir sus problemas y sentir que no están solas. “Hoy en día las maternidades son cada vez más solitarias, pero venir aquí hace que sean un poco más solidarias: se comparten formas de hacer y pensar. Son un aprendizaje muy enriquecedor a muchos niveles”, explica la pedagoga.
