El AMPA del CEIP San José Obrero había pedido al Gobierno local que reconsiderase la designación de una integrante de Vox como portavoz municipal en su consejo escolar, pero el Consistorio se escuda en que se ha cumplido con el procedimiento establecido para la adjudicación
Un colegio de Sevilla con el 60% de niños inmigrantes se opone a que Vox sea el portavoz municipal de su consejo escolar
Vox seguirá siendo el representante municipal en el consejo escolar del CEIP San José Obrero, pese a que la comunidad educativa de este colegio ubicado en el distrito Macarena de Sevilla ha manifestado su “rechazo unánime”, esgrimiendo incompatibilidad entre un partido que vincula sistemáticamente inmigración con delincuencia en sus campañas y discursos políticos, y un colegio en el que más del 60% del alumnado procede de familias de origen inmigrante de más de 30 nacionalidades distintas.
La asociación de madres y padres del alumnado de este colegio instó hace unas semanas al Gobierno local a reconsiderar la designación de una integrante del partido de extrema derecha como representante del Ayuntamiento en su consejo escolar, defendiendo que Vox “atenta contra los derechos” de su alumnado, caracterizado por su multiculturalidad. Sin embargo, fuentes municipales consultadas por este periódico descartan que se pueda acometer el cambio solicitado, amparándose en que el procedimiento se ha llevado a cabo tal y como dicta el reglamento.
El procedimiento de asignación de los portavoces municipales en los consejos escolares se realiza siguiendo un orden basado en los votos obtenidos por cada partido político en un determinado distrito. “Se envió a todos los distritos un listado con los colegios a designar y Vox, al llegar su turno, eligió ese”, informan desde la delegación municipal de Educación. Por esa razón, explican las mismas fuentes, una vez asignado el representante, ya no es posible efectuar ningún cambio, “a no ser que dimita” la persona en cuestión, según se apostilla.
La figura del representante del Ayuntamiento en el consejo escolar tiene la función de servir de enlace entre el centro y la administración local, dando traslado de las necesidades y demandas que refiera el colegio. El AMPA no cuestiona “las capacidades ni actitudes de la persona que se propone”, pero sí argumenta que “la elección de una persona del grupo municipal Vox no es la adecuada para cumplir las funciones que se esperan de una representante del Ayuntamiento en un centro escolar con un alto porcentaje de familias inmigrantes y de alumnado musulmán”.
El colegio, que atiende a unos 412 estudiantes y ha sido premiado en diversas ocasiones por su labor de integración, se inserta en un entorno de “especial vulnerabilidad social”, a caballo entre el Polígono Norte junto al asentamiento chabolista de El Vacie, y la barriada del Cerezo, “uno de los focos de migración tradicionales en Sevilla capital”, según informa Elisabet Padial, presidenta del AMPA de este colegio sevillano. Entre la población migrante, destaca “especialmente la marroquí y musulmana”, pues a escasos 100 metros del centro se ubica la Mezquita Al-Hidaya del barrio de la Macarena.
A ojos de las familias “no es casual” que el partido de Santiago Abascal haya escogido “los dos centros educativos de la zona con mayor presión migratoria de la ciudad”, esto es, el propio CEIP San José Obrero y la Escuela Oficial de Idiomas, también ubicada en la Macarena. Precisamente, en ese mismo distrito, Vox promovió una protesta –en plena campaña electoral de 2019– en contra de un centro de menores migrantes no acompañados, donde sus dirigentes apelaron al deber de “proteger” al “españolito de a pie a caminar con tranquilidad sin ser asaltado por una manada de menas”.
Con todo, desde el grupo municipal de la formación ultraconservadora lamentan las preocupaciones del AMPA respecto a su partido y achacan sus reticencias a que las familias están “absolutamente desinformadas de los principios y valores que defiende Vox”, pues, puntualizan, solo están “en contra de la inmigración ilegal” y “lo demás son sambenitos que nos cuelgan”.
La oposición del AMPA respecto a la presencia de Vox en su consejo escolar se sustenta en las propuestas políticas que abandera el partido de extrema derecha en su “cruzada con que se les recorten los derechos cada vez más a los menores inmigrantes”, en palabras de su presidenta. Después de leer “detenidamente las 70 páginas de su programa político” y de debatirlo con el equipo directivo, la asociación de madres y padres del San José Obrero expresó su disconformidad “unánime” en la última sesión de la junta municipal de distrito a la que pertenece, y en la que se tenía que ratificar el listado de los representantes del Ayuntamiento en los consejos escolares de los colegios del barrio.
El nombramiento salió adelante con los únicos votos en contra de los dos colegios que integran ese órgano de participación ciudadana. Dado que aún el Ayuntamiento no ha notificado al centro la decisión, el AMPA aguarda la comunicación oficial –que se antoja inminente– para seguir movilizándose en pos de que se revierta una situación que Miguel Rosa, quien ha sido director del colegio durante 18 años, califica de “despropósito”.
“Duele porque es un partido que trata de reducir las ayudas para las personas migrantes y eso va enfrentado directamente con la filosofía del colegio”, explica quien dirigió el centro desde 2002 a 2020 y promovió la educación en diversidad cultural que ha sido reconocida con diversos galardones como el premio al Mérito Educativo o el Andalucía de Migraciones.
A pesar de la negativa inicial del Ayuntamiento, el AMPA no pierde la esperanza de poder alcanzar una solución entre los propios representantes municipales para que pueda seguir adelante su proyecto de educar en los valores de la convivencia. Por eso, en representación de las familias del alumnado del San José Obrero, Elisabet Padial afirma que van a continuar movilizándose para que no se obstaculice la misión del colegio San José Obrero. Una labor que Miguel Rosa resume como “dar respuesta a las necesidades de las familias extranjeras que demandaban un colegio de acogida para sus hijos, además de una ciudad de acogida”.