El pasado jueves 28 de noviembre se presentó oficialmente en nuestro país el estudio “Violencia Política de Género en la Esfera Digital en América Latina“. Documento elaborado por el Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (más conocido como IDEA Internacional), que aborda el impacto que este tipo de agresiones producen en la vida de las mujeres.
Una realidad que no es ajena a Chile. “Lamentablemente, en este tema encontramos bastantes similitudes en los fenómenos que estamos viendo en la región”, explicó la directora regional para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional y ex ministra de Justicia, Marcela Ríos, en conversación con Radio y Diario Universidad de Chile.
“A pesar de las diferencias en las idiosincrasias, vemos que el fenómeno de la violencia política en la esfera digital contra las mujeres es extendido. Hay una tónica común, y es que las mujeres tienden a ser las principales víctimas del acoso, del hostigamiento y de la discriminación en línea”, precisó la politóloga.
Esto, haciendo hincapié en que el factor de género resulta fundamental a la hora de revisar estas agresiones. “Al hacer un análisis de las distintas etapas y formas de violencia que vemos, nos damos cuenta de que tiene fuertes componentes de género. Y hay una diferencia. Muchas veces nos preguntan si los hombres no son también foco de violencia y hostigamiento y sí lo son, en menor medida que las mujeres. Pero, además, el tipo de acoso que reciben es distinto. El de las mujeres está claramente definido por sesgos de género que buscan volver a reproducir, por ejemplo, las diferencias de esferas públicas y privadas“, detalló.
Violencia política de género es un fenómeno en alza en América Latina. Nuevas tecnologías y redes sociales expanden diversas formas de acoso, intimidación, violencia digital que impide pleno ejercicio de derechos políticos
Estudio de @Int_IDEA #25N2024 https://t.co/18UlZtHtFT pic.twitter.com/LZgdKnHHvu
— Marcela Rios Tobar (@mriost) November 25, 2024
Sobre eso último, precisó que “tienen una intención de disciplinamiento o de expulsión de las mujeres de la esfera pública. En eso, en Chile vemos más rasgos comunes que distintos, si bien el lenguaje, las formas o el foco hacia qué tipo de mujeres puede ser algo idiosincrático, pero sí hay una línea bastante clara en esto que observamos”.
En cuanto a las formas en que esta violencia se hace latente, Ríos detalló que, en el estudio, se constató que “hay un primer inicio de acoso que puede partir cuando las mujeres hacen algún posteo o alguna publicación de campaña, por ejemplo; o mujeres que ocupan cargos de posición política, y tienden a recibir insultos, comentarios negativos, comentarios respecto de su apariencia física, su sexualidad o su intimidad. Y esto va en aumento”.
“Primero es algo general, no focalizado, y luego pasan a ser ataques más específicos a esa persona. Muchas veces pasan de la mensajería o las redes sociales públicas a mensajes privados, ya sea por interno a través de las redes sociales o también cuando se obtiene información privada mediante WhatsApp, Messenger, Signal”, continuó la experta.
De acuerdo a Ríos, “posteriormente dichos ataques “pasan a ser amenazas, como ‘sabemos dónde trabajas’, ‘sabemos dónde estudian tus hijos’, ‘sabemos dónde vas a estar hoy’ (…) Se difunde información privada como la dirección de las personas y, en algunos casos, vemos que esta violencia que ocurre en línea se puede traspasar a la vida real. Tenemos varios casos en América Latina, por ejemplo en México, en Honduras, de mujeres que han sido atacadas físicamente durante campañas después de haber recibido constantemente acoso en línea”.
Directora regional para América Latina y el Caribe de IDEA Internacional, Marcela Ríos, junto a la ministra de la Mujer y Equidad, Antonia Orellana. Foto: X @MinMujeryEG
Sin embargo, y más allá de constatar la realidad que viven las mujeres insertas en el ecosistema digital, el estudio encabezado por IDEA Internacional también propone formas para erradicar esta violencia. Todo, con el fin de no desincentivar la participación de las mujeres en política.
“Nosotros vemos que esto no solo tiene un impacto en la vida privada o personal. No es algo menor. Hay afectación en la salud mental, en la sensación de seguridad, en el desempeño en el trabajo, en las relaciones familiares y sociales y también en la vida política”, detalló Ríos.
“Y es una de las dimensiones que nos preocupan particularmente, porque esto no solo afecta a las mujeres individualmente, sino que genera un contexto adverso para el ejercicio de los derechos políticos, para la representación y la participación de las mujeres. Las mujeres efectivamente, por ejemplo, cierran sus puertas en redes sociales o se inhiben de participar en los debates públicos. Muchas veces, las mujeres pueden desistir de ir a una reelección o de perseguir una candidatura producto de este acoso”, agregó la exministra.
No obstante, Ríos precisó que lo anterior “no necesariamente está asociado estrictamente a la representación. O sea, tenemos este tipo de violencia y acoso en países con poca participación de las mujeres y también en países que han alcanzado la paridad, como el caso de México o Costa Rica”.
En cuanto al escenario local, aseguró que “Chile, lamentablemente, está dentro de un grupo de países que está lejos de la paridad. No está dentro del grupo de países con los peores niveles de representación, pero sí está teniendo deterioros. Hemos visto eso en las últimas elecciones locales y regionales donde queda en evidencia que sin medidas concretas, claras, primero, no se asegura que los partidos lleven a las mujeres y les den las mismas oportunidades que a los hombres”.
“Por ejemplo -añadió-, para gobernadores regionales recordemos que solo el 23% de las candidaturas eran mujeres. Los partidos tuvieron un claro sesgo hacia los hombres en un sistema donde se privilegia cuidar a los incumbentes, siempre. Los incumbentes la vez pasada eran fundamentalmente hombres. Entonces, se partía en un mal pie. Y los partidos tradicionales con más oportunidades de ganar las elecciones llevaron más hombres que mujeres, por mucho”.
Por último, concluyó afirmando que “en Chile, tenemos una agenda mucho más amplia no solo para combatir la violencia, sino para volver a poner sobre la mesa la importancia de la discusión sobre la paridad de género. Se presentó la semana pasada un proyecto de reforma política que hace una mención en el preámbulo y luego no hay ninguna propuesta en materia de representación de las mujeres. Por lo tanto, nos preocupa este abandono de esta discusión y pensamos que es muy importante volver a ponerla en el tapete“.
