Pretende el otrora moderado Juan Espadas que al mismo tiempo que chilla el supuesto escándalo de los contratos del SAS le demos las gracias a Chaves y a Griñán por la maravilla de los ERE. Y lo peor de su intentona no es que sea una aberración, sino que él está convencido de lo que dice. Para este PSOE atribulado, perdedor, débil, sectario, entregado a los antisistema, acosado por la corrupción y dirigido por un mesías, el mayor escándalo de la democracia ha sido un invento de las derechas depredadoras que han atentado contra la bonhomía intrínseca de los miembros del partido salvador. Quedan fuera de tan pueril ecuación dialéctica los jueces de instrucción, los de la Audiencia y los...
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