China ha dado un importante paso en el fortalecimiento de su tecnología aeroespacial tras inaugurar su primera plataforma de lanzamiento de cohetes comerciales en la isla de Hainan, ubicada en el sur del país. Con este avance, el gigante asiático o refuerza su objetivo de dominar el sector espacial comercial, no solo con lanzamientos de satélites, sino también con la creación de su propia infraestructura de Internet satelital. La plataforma, situada en el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, será crucial para el desarrollo de futuras constelaciones de satélites, que competirán directamente con el sistema Starlink de SpaceX.
El lanzamiento de la plataforma de lanzamiento de cohetes comerciales de China marca el inicio de una era de mayor competencia en el espacio, donde actores como SpaceX, bajo la dirección de Elon Musk, han establecido el liderazgo en el ámbito de Internet satelital con sus miles de satélites Starlink.
La plataforma de lanzamiento de cohetes comerciales de China es una de las más avanzadas en el país y se considera un paso fundamental para su expansión en el sector espacial. El cohete Larga Marcha-12, el primero en ser lanzado desde el centro de Wenchang, es un ejemplo de la tecnología de vanguardia que China ha desarrollado para estas misiones espaciales. Este tipo de cohete, que utiliza una mezcla de queroseno y oxígeno líquido como combustible, tiene la capacidad de poner en órbita satélites de prueba y otros tipos de satélites experimentales para varios fines, entre ellos la creación de megaconstelaciones de satélites.
Además, el Larga Marcha-12 es capaz de colocar cargas útiles en órbita baja terrestre y órbita sincrónica solar, lo que abre oportunidades para que China realice más lanzamientos comerciales y experimentales en el futuro cercano.
El ambicioso proyecto de China, conocido como Qianfan, se alinea con sus esfuerzos para lanzar constelaciones de satélites de banda ancha que puedan competir directamente con los satélites de Starlink. Esta iniciativa forma parte de la estrategia de China para ofrecer Internet satelital a nivel mundial, especialmente en áreas rurales y de difícil acceso. Con más de 14.000 satélites planeados para 2030, Qianfan busca desafiar el dominio de SpaceX, cuyo sistema de Internet satelital, Starlink, ya tiene miles de satélites que orbitan la Tierra.
Además, China está desarrollando el sistema Guowang, que integrará satélites de banda ancha con una red de constelaciones de satélites que proporcionarán una cobertura global similar a la de Starlink. Con esta infraestructura, el país asiático pretende ofrecer una alternativa viable para millones de usuarios de Internet alrededor del mundo y desafiaar la supremacía de Elon Musk y su modelo comercial.
