En los últimos días, Siria ha vuelto a situarse en el centro del tablero geopolítico, a raíz de la entrada de la guerra civil que lleva a azotando al país desde 2011 en una nueva fase.
Según informa EFE, al menos 11 personas han muerto, y más de una decena han resultado heridas este lunes, a raíz de los bombarderos de la aviación siria y rusa sobre distintos barrios de la provincia siria de Idlib, al noroeste del país. Un ataque que se produce en respuesta al avance de la alianza de insurgentes islamistas, liderada por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), contra la ciudad de Alepo.
Fue el pasado miércoles cuando la coalición, denominada "Mando de Operaciones Militares", comenzó una ofensiva para hacerse con la segunda ciudad más grande del país. Alepo hasta ese entonces se encontraba bajo el mando del régimen del presidente sirio, Bashar Al Asad, respaldado por Irán y Rusia.
Se trató de una operación relámpago. Al encontrar poca resistencia en el camino, los insurgentes se hicieron rápidamente con las aldeas situadas a las afueras de Alepo, logrando entrar en la ciudad el pasado viernes. Actualmente, el HTS ya controla gran parte de la urbe, mientras que el ejército leal al gobierno sirio se ha visto obligado a retroceder, en lo que ya se supone la mayor pérdida de territorio del régimen de Al Asad en años.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, esta operación ha dejado ya 412 muertos, en su mayoría combatientes de ambos bandos, aunque también se han registrado bajas civiles.
La Guerra Civil de Siria comenzó en 2011, en el marco de la Primavera Árabe. Las protestas contra el régimen autoritario de Bashar Al Asad acabaron derivando en un conflicto armado, que ha llegado hasta la actualidad, y que ha contado con la intervención de múltiples actores tanto internos como externos.
En este contexto surgieron grupos islamistas, entre los que se sitúa Estado Islámico o ISIS. El rápido avance del ISIS, motivó la intervención de potencias extranjeras como Estados Unidos, quien lideró una coalición acabar con el grupo, mientras Rusia e Irán respaldaban al régimen de Asad.
Una vez Estado Islámico fue derrotado, el gobierno sirio logró hacerse con cerca del 70% del territorio del país. El resto de regiones se encuentra en manos de otros grupos rebeldes y milicias kurdas que continúan enfrentadas al régimen de Al Asad, si bien en los últimos años, la guerra se encontraba prácticamente estancada. Entre estos grupos se encuentra HTS.
Hayat Tahrir al-Sham, también conocido como Organismo de Liberación del Levante o HTS, se trata de la antigua rama siria de Al Qaeda, con quienes cortaron lazos. Gobiernan la provincia siria de Idlib, uno de los enclaves rebeldes ajenos a Al Asad, y lideran "Mando de Operaciones Militares", la agrupación detrás de la ofensiva contra Alepo, y en la que se incluyen desde facciones islamistas a moderadas.
Desde la 'BBC' destacan que el objetivo de HTS desde su ruptura con Al Qaeda ha sido el de tratar de establecer un régimen islamista fundamentalista. Sin embargo, el pasado jueves, el jefe del autoproclamado gobierno de Idlib, Mohamad al Bashir, justificó la ofensiva sobre Alepo alegando que el régimen de Asad había "comenzado a bombardear zonas civiles, lo que ha provocado el éxodo de decenas de miles de civiles".
El inicio de la inesperada ofensiva de la coalición rebelde contra las fuerzas de Al Asad coincidió con la entrada en vigor del alto el fuego en Líbano entre Israel y el grupo proiraní Hizbulá. La distracción de los principales aliados del régimen sirio, como Rusia e Irán, involucrados en otros conflictos armados, podría haber incentivado a Hayat Tahrir al-Sham (HTS) a avanzar y conquistar nuevas posiciones estratégicas.
Desde febrero de 2022, Rusia está comprometida en la guerra de Ucrania. Un conflicto que recientemente ha entrado en una nueva etapa con el uso de misiles de largo alcance por parte de las fuerzas ucranianas. Por su parte, Irán mantiene una dinámica de hostilidades con Israel tanto de manera directa como a través del respaldo a Hamás en Gaza y a Hizbulá en Líbano. Esta combinación de frentes abiertos ha limitado la capacidad de estos aliados para reforzar al régimen sirio en momentos clave.