Barcelona ha vuelto . Si la Ciudad Condal es el motor de España, el director de ABC, Julián Quirós, y el alcalde Jaume Collboni modulan esa potencia en Casa Seat. Cinco millones de almas entre la urbe y su área metropolitana. Una metrópolis que suma más de la mitad del PIB catalán. Tras el proceso secesionista, la Gran Barcelona vuelve para aportar «singularidad en un espacio mayor de pertenencia», anuncia Quirós. Lo dejó claro ABC en el texto de presentación del suplemento 'Barcelona, motor de España': «Las tensiones derivadas del proceso soberanista no únicamente tuvieron impacto en lo político e institucional, sino que se acabaron contagiando al conjunto de la sociedad y la economía, en una merma difícil de estimar pero que ya se define coloquialmente como de década perdida». Miles de empresas en fuga, aislacionismo político, provincianismo cultural, inseguridad jurídica… El motor barcelonés había gripado. Una Barcelona decisiva en el reencuentro con España, observa Quirós. «Debemos crear un marco institucional sin estridencias, normalizado y pausado», añade Collboni. El desencuentro institucional era la regla; y el acuerdo, la excepción. De lo que se trata a ahora, explica Collboni, es que esas instituciones sean solo noticia por su servicio a la ciudadanía. Barcelona juega fuerte en el ámbito tecnológico , las ciencias de la vida o la industria farmacéutica. Pero la rivalidad entre ciudades ya no se limita a Barcelona y Madrid, hay que contar con Bilbao, Valencia o Málaga, advierte Quirós. Collboni recoge el guante: «España ha entendido que las ciudades son la solución y se ha convertido en una red de ciudades». Barcelona y Madrid, la eterna rivalidad: «Deben competir y cooperar», señala Collboni y pone como ejemplo su excelente relación con el alcalde Martínez Almeida. El director de ABC, buen lector de Josep Pla, recuerda el Madrid de funcionarios y rentistas que el escritor ampurdanés describió en 1931. Nada que ver con el Madrid emprendedor de 2024. Lo importante es que cada ciudad se singularice en aquello que sabe hacer mejor. En el caso de Barcelona, su apuesta por los parques científicos y la «economía azul», señala Collboni. «Barcelona es una potencia de turismo urbano», apunta Quirós. Una potencia que ha detectado las contraindicaciones de la industria turística señala Collboni: « No podemos crecer indefinidamente y que se expulse a la población local de un centro histórico convertido en parque temático». La ciudad ha de apostar por el turismo de negocios. Quirós menciona la ampliación del Aeropuerto de El Prat, de la que Collboni se declara partidario. «Si el talento y la economía son nuestras bazas para competir, debemos estar conectados con Asia y estados Unidos», subraya. El director de ABC no se deja ninguna cuestión en el tintero para que la audiencia, que es la de toda España, conozca mejor esa Barcelona que vuelve después de ocho años de Ada Colau en la alcaldía y una larga década larga de gobiernos independentistas en la Generalitat. La vivienda: «El precio al alza se combate con más oferta pública y privada y menos retraso regulatorio», afirma Collboni. La inseguridad. Trescientos cincuenta reincidentes que se aprovechan de la lentitud judicial. «Barcelona vuelve a cooperar con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado algo que durante años se había obviado y fomenta el aumento de la planta penal para romper el embudo de juicios que se largan años y permiten la reincidencia», anuncia el alcalde. Entre el público, personalidades de la sociedad civil barcelonesa expresan el alivio de escuchar por fin un diálogo constructivo tras la década perdida para Barcelona. Quirós y Collboni hacen realidad aquel exhorto de Ortega a los argentinos: «¡A las cosas!» En eso está la Gran Barcelona que vuelve.
