Hace casi nueve años desde que la cabalgata de los Reyes Magos de Madrid desató la polémica entre los políticos, sobre todo en las redes sociales, sobre el controvertido estilismo con el que los Reyes saludaron a los madrileños en 2016. Entonces, la diputada del PP en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, escribió en sus redes sociales lo siguiente: «Mi hija de 6 años: 'Mamá, el traje de Gaspar no es de verdad'. No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás». Aquello se convirtió en meme nacional. Hoy, Manuela Carmena, que entonces era alcaldesa de Madrid, ha vuelto a recordar aquel momento. En la red social X, ha recuperado el mensaje y ha preguntado a la portavoz adjunta del PP en el Congreso: «¿Son ocho años suficientes para perdonarlo?». En 2016, el mensaje de Álvarez de Toledo fue replicado en miles de ocasiones, en defensa o en contra de su postura. Carmena, casi a medianoche, escribió un mensaje en el que defendió el trabajo del Ayuntamiento en la cabalgata: «Tomamos tan en serio las tradiciones que las actualizamos y diversificamos para que sigan importando. Buenas noches, hoy toca dormir pronto». El tuit se ha hecho rápidamente viral. Muchos usuarios han respondido a la exalcaldesa, tanto para aplaudir su ironía como para resurgir otras polémicas: «Esto es historia de España». Entonces, el concejal del PP Pedro Corral indicó en su perfil personal de la misma red social que «la lección de los Reyes Magos vestidos con cortinas de ducha no la olvidaremos jamás». También el consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Jaime González Taboada, del PP, censuró de forma abierta la cabalgata de aquel año: «Me encantaría que algún iluminado explicara a mi hija de 5 años por qué los Reyes son reinas, los animales no existen y la ropa no es la adecuada. Qué forma de cargarse la ilusión de los niños. Qué pena. ¿Lo siguiente qué será, Semana Santa?». Desde las mismas filas, el alcalde de Alcorcón, David Pérez, se preguntó si «la señora comunista» está satisfecha «habiendo destruido la ilusión de miles de niños por sus caprichos sectarios».