La inteligencia artificial (IA) sigue consolidándose como una tecnología disruptiva que está cambiando la manera en que las empresas gestionan sus procesos, optimizan recursos y se adaptan a un entorno cada vez más competitivo, pudiendo ser su papel especialmente relevante en dos sectores: la logística y la administración empresarial.
No hay duda de que tanto la logística como la administración son sectores especialmente beneficiados por los avances de la IA gracias a su capacidad para analizar grandes volúmenes de datos, automatizar tareas complejas y optimizar decisiones permitiendo a las organizaciones no solo mejorar su eficiencia operativa, sino también anticiparse a los desafíos del mercado y responder con mayor agilidad a las demandas de un entorno en constante transformación.
En un mundo donde la eficacia en las cadenas de suministro es crítica, la inteligencia artificial, utilizada ya por un 44% de las empresas españolas y casi un 10% en el sector de la logística, se ha convertido en un aliado esencial para resolver problemas complejos como la gestión de stock y la optimización de rutas de transporte. Estos avances, entre otras cosas, han sido protagonistas en el evento Logistics & Automation 2024, celebrado los pasados días 27 y 28 de noviembre en IFEMA Madrid, donde expertos y empresas del sector destacaron cómo la IA está marcando un antes y un después en la logística, y por lo que es casi imperativo que el sector apueste por estas herramientas y aumente el porcentaje de empresas de logística que utilizan IA en los próximos meses y años.
En relación con este sector, cabe destacar que uno de los aspectos más transformadores es la predicción precisa de la demanda. Gracias a modelos predictivos avanzados, la IA puede analizar datos históricos, tendencias de mercado y factores externos, como estacionalidades o eventos globales, para anticiparse a fluctuaciones en la demanda. Esto reduce el riesgo de excesos de inventario o desabastecimientos, optimizando los recursos disponibles. Por ejemplo, ya hay casos reales de éxito de grandes empresas que demuestran que tras implementar sistemas basados en IA se pueden disminuir costes de almacenamiento en un 25%.
Otro ámbito crucial es la automatización del control de inventarios, donde la combinación de tecnologías como el Internet de las Cosas (IoT, en sus siglas en inglés: Internet of Things) y la IA permite monitorizar los niveles de stock en tiempo real. Sensores conectados a sistemas inteligentes generan alertas automáticas para el reabastecimiento, evitando errores humanos y tiempos muertos en almacenes. Además, esta automatización no solo incrementa la eficiencia, sino que también responde a la necesidad de sostenibilidad, reduciendo el desperdicio de recursos.
La optimización en la cadena de suministro es también fundamental, ya que la IA permite identificar rutas de transporte más eficientes en términos de tiempo, costes y emisiones de carbono, contribuyendo de esta forma al cuidado del medioambiente. Por otro lado, esto resulta muy relevante en sectores como el alimentario, donde la caducidad de productos representa todo un desafío, por lo que la inteligencia artificial consigue minimizar desperdicios y mejorar la economía circular.
El sector administrativo, aunque menos visible que la logística, está experimentando una profunda transformación gracias a la inteligencia artificial. Este cambio es evidente en el contexto de la digitalización de procesos y la implementación de la factura electrónica, una herramienta que no solo agiliza la gestión empresarial, sino que también refuerza el cumplimiento normativo y la transparencia.
La automatización de procesos rutinarios es una de las aplicaciones más visibles de la IA en la administración. Tecnologías como el reconocimiento óptico de caracteres (OCR, en sus siglas en inglés: Optical Character Recognition) permiten digitalizar grandes volúmenes de facturas de manera rápida y precisa, eliminando errores manuales y optimizando los tiempos de procesamiento. Esto no solo reduce los costes operativos, sino que también libera recursos para tareas de mayor valor estratégico.
La IA también desempeña un papel crucial en garantizar el cumplimiento normativo y la transparencia. Los sistemas inteligentes pueden verificar automáticamente que las transacciones cumplan con las regulaciones fiscales y contables, minimizando el riesgo de sanciones. En España, la Ley Crea y Crece establece que el uso de la factura electrónica será obligatorio en el ámbito privado a partir de 2025, lo que ha acelerado la adopción de estas tecnologías en las empresas, como es el caso de las soluciones ideadas por AI Work Solutions, fundada por José Luis Garrido Pariente, creando herramientas en dispositivos móviles para generar la facturación de forma automática, además de otras soluciones complementarias con la gestión just in time de stock.
Además de la automatización, la IA permite realizar análisis financieros avanzados, identificando patrones de gasto y recomendando estrategias para optimizar flujos de caja. Esto ayuda a las empresas a tomar decisiones estratégicas, más informadas y a adaptarse rápidamente a cambios en el entorno económico.
Dentro del amplio mundo del sector administración, también puede destacarse el papel de la gestión de recursos humanos, y es que ya se han creado modelos para estudiar todo el historial laboral de las empresas y generar predicciones con la intención de anticipar necesidades de contratación.
La inteligencia artificial se presenta, en definitiva, como una herramienta indispensable para las empresas que buscan adaptarse a un entorno cada vez más competitivo y regulado. Desde la optimización de inventarios en la logística hasta la digitalización en la administración, es evidente su capacidad para transformar procesos, mejorando la eficiencia operativa y creando oportunidades para innovar y garantizar la sostenibilidad en el largo plazo.