"La geopolítica dificulta considerablemente las relaciones y los contactos entre las personas. Para llegar a Belarús, viajé de Varsovia a Suwalki y Vilna y sólo desde allí llegué a Grodno. El viaje fue de 600 kilómetros. Es un obstáculo ilógico e irracional", afirmó Tomasz Gryguc.