Yolanda Díaz recaba apoyos entre los países europeos para bloquear la propuesta del gobierno ultraderechista húngaro, que pretende limitar la directiva que puso sobre la mesa la Comisión Europea para establecer unos mínimos legales que protejan a los becarios
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En una UE que gravita a la derecha, la agenda verde, los migrantes y los derechos laborales son víctimas de la ofensiva de los poderes económicos y la ultraderecha. Y en ese panorama, España es de los pocos gobiernos progresistas que resiste. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, librará este lunes una nueva pelea al tratar de bloquear el intento de la presidencia húngara del Consejo de la UE de descafeinar la directiva de prácticas con la que la Comisión Europea pretende, entre otras cosas, poner coto a los falsos becarios.
España está buscando apoyos dentro de los otros 26 estados miembros para intentar frenar las aspiraciones del Gobierno ultraderechista de Viktor Orbán, según explican fuentes gubernamentales. La idea inicial de la Comisión Europea con la directiva de prácticas era establecer unos mínimos legales de protección para los becarios al circunscribir ese tipo de relación laboral al aprendizaje y la formación temporal, por ejemplo. También planteaba una serie de prácticas abusivas, como la exigencia de experiencia laboral previa para los aspirantes a los procesos de prácticas o las responsabilidades y tareas similares a los contratados regulares.
La propuesta que ha hecho la presidencia húngara de cara a establecer la posición negociadora del Consejo de la UE (los gobiernos europeos) con el Parlamento Europeo supone aguar la esencia de la directiva. Su pretensión es limitar el ámbito de aplicación de la ley a las personas con contratos en prácticas, pero dejando fuera las que forman parte de los planes de estudios, es decir, sin dar cobertura a miles de becarios que están en formación.
Tampoco incluiría a las prácticas que se realizan en el marco de las políticas activas de empleo o las necesarias para obtener una titulación específica. También reduce la ambición respecto al freno a los falsos becarios al eliminar la obligatoriedad de publicar las condiciones de trabajo y elimina las referencias al acervo comunitario (el conjunto de leyes que componen el Derecho de la UE).
“En el próximo Consejo de Empleo abordaremos con profundidad, desde el Gobierno de España, un paquete de prácticas para garantizar, al fin, los derechos de las personas becarias. Y el Gobierno de España va a dar un paso adelante para que la posición inicial de la Comisión Europea no retroceda en derechos”, advirtió Díaz a mediados de noviembre durante la clausura del I Congreso Internacional del Trabajo en la que aseguró que España se iba a “dejar la piel” en ese asunto.
La intención de la vicepresidenta es sumar los apoyos necesarios de otros gobiernos para establecer una minoría de bloqueo en el Consejo de Empleo que se celebra en Bruselas este lunes para tumbar la propuesta húngara. Lo que quiere garantizar el Gobierno español es que se destaque la formación dentro de los periodos de prácticas para “asegurar que se proporciona una formación de calidad”, según explican fuentes del departamento de Díaz.
Además, la aspiración de España es que la orientación del Consejo mantenga el alma de la propuesta inicial de la Comisión Europea ante la negociación que tendrá que iniciarse con el Parlamento Europeo para “impedir que los periodos de prácticas puedan ser utilizados para sustituir a personas trabajadoras a través de una regulación clara, que además permita actuar a las inspecciones de trabajo en este área”, apuntan las mismas fuentes.