El bosque sumergido de Alicante es un gran pulmón verde bajo el mar. Situado en el litoral, puede llegar desde la orilla hasta unos 28 metros de profundidad. Es un tesoro invisible clave para la oxigenación de las aguas, y por tanto para su calidad y vida en ellas. Y para velar por su estado, la Generalitat ha aprobado un plan poder evaluar el estado de conservación de las praderas, controlar su evolución y garantizar así su futuro.