Declaración de los
Cleveland Cavaliers y la más sonora que podían emitir, con una significativa revancha contra los campeones
Boston Celtics ante su fiel y entusiasmado público (115-111). Lo hicieron dos semanas después de que el conjunto de
Joe Mazzulla infligiera al conjunto de Ohio la derrota más dolorosa al acabar con su imbatibilidad y dejar su impoluto récord en 15-0. Y también después de dos derrotas seguidas contra los
Atlanta Hawks que apuntaban a una caída del divertido equipo de Kenny Atkinson, que habrían perdido el liderato del Este en favor de Boston si hubieran perdido el duelo.
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