Tallahassee, la capital de Florida, se destaca por ofrecer alquileres mensuales por debajo de US$1.300, convirtiéndose en una de las ciudades más económicas del país. Un reciente estudio de Zumper explica que esta metrópoli ocupa el puesto 18 en el ranking de las 100 ciudades más grandes de los Estados Unidos en términos de asequibilidad. Es esencial que los norteamericanos estén al tanto de beneficios que ofrece este importante espacio geográfico.
En Tallahassee, el costo promedio de un departamento de un dormitorio es de aproximadamente US$1050, mientras que un apartamento de dos habitaciones se puede alquilar por US$1270. Estos precios son notablemente inferiores al promedio nacional, lo que la convierte en una opción atractiva para quienes buscan vivienda en un entorno urbano.
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La presencia de la Universidad de Florida, que atrae a miles de estudiantes, también contribuye a la popularidad de Tallahassee entre los jóvenes. Este factor, combinado con la asequibilidad de los alquileres, hace que la ciudad sea un lugar ideal para vivir y estudiar.
Además de Tallahassee, otras ciudades de Florida también ofrecen opciones de alquiler a precios competitivos. Jacksonville, por ejemplo, presenta alquileres de un dormitorio por alrededor de US$1200, mientras que en Orlando, el costo de una habitación se sitúa en US$1500. Estas cifras reflejan una tendencia en la que algunas áreas de Florida se mantienen por debajo del promedio nacional.
Según el Índice Nacional de Alquileres de Zumper, el precio promedio de los departamentos de una habitación en EE. UU. se mantuvo en US$1534 en noviembre, mientras que los de dos habitaciones se situaron en US$1902. En este contexto, Tallahassee se posiciona favorablemente, destacándose por sus precios más bajos en comparación con otras ciudades del país.
La moderación en los precios de alquiler en Tallahassee se debe a la estacionalidad del mercado inmobiliario. Según los especialistas de Zumper, noviembre marca el inicio de los meses de menor demanda, lo que lleva a los propietarios a ajustar los precios para llenar las vacantes antes de las festividades. Esta tendencia se observa en muchas ciudades, donde los precios tienden a disminuir durante los meses de baja demanda.
