El resultado de Junqueras en las elecciones internas de su partido (3.157 votos y el 48,3%) se corresponde con su momento y el de Esquerra. Una victoria por inercia, otra victoria insuficiente, apelmazada, gris, de un candidato que no ha expresado en ningún momento ninguna idea de Cataluña ni lo que piensa hacer con su partido si vuelve a ser presidente, y su único argumento ha sido que tenía que ser él el elegido. A los supuestos renovadores (2.308 votos y el 35,3%), que son una mezcla de destacados exdirigentes, anónimos cargos de segunda fila que llevan más de 20 años en la política, y alguno realmente nuevo como el candidato, para justificar la idea de la renovación, tampoco se...
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