El 22 de diciembre es un día marcado en rojo en el calendario de muchos ciudadanos en nuestro país desde hace más de cien años, ya que es cuando se celebra el esperado Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad. Esta tradición navideña comenzó un 18 de diciembre de 1812, cuando tuvo lugar el primer sorteo, y desde entonces no ha parado de repartir premios a los más afortunados.
Los nervios, la ilusión y la necesidad de buena suerte acompañan a todos aquellos que hacen largas colas en las administraciones de la lotería y compran un décimo con la esperanza de que la suerte juegue de su parte. No obstante, no solo este sorteo navideño reparte premios cuantiosos, sino que una persona también podrá apostar en La Primitiva, Bonoloto o Euromillones, entre otros, con la esperanza que su número salga premiado y así llevarse un buen "pellizco". Los españoles jugaron 12.499 millones de euros en la lotería durante el año pasado, según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego.
Los afortunados en hacerse con los grandes premios no son muchos. Pero, ¿en qué suelen gastar el dinero ganado en la lotería? Desde el blog CaixaBank resuelven las dudas al respecto.
"Tapar agujeros es una de las respuestas más comunes que suelen dar quienes han ganado un premio de la lotería", explica la entidad bancaria. Es decir, el dinero obtenido suele usarse para saldar deudas, que en muchos casos, están vinculadas a la compra de la vivienda. Así lo pone de manifiesto un estudio impulsado por Fedea.
Muchos de los ganadores también deciden emprender nuevos caminos laborales o bien reducir las horas trabajadas. Concretamente, las personas asalariadas que se animan a dejar su puesto son, sobre todo, mujeres sin hijos cerca de la edad de jubilación y con poca renta. Por el contrario, aquellos que se decantan por emprender son los hombres con hijos cercanos a la edad de jubilación y con rentas elevadas.
El estudio muestra que además de para la cancelación de deudas, los premios de mayor cuantía tienden a utilizarse para la adquisición de bienes inmuebles y la contratación de productos financieros. "La inversión más urgente suele ser la adquisición de la vivienda habitual, una decisión que hace que el dinero del premio se agote en los primeros años", explican. En esta línea está la cancelación de deudas hipotecarias, una decisión que consolida la estabilidad financiera de los premiados.
Asimismo, otra de las preferencias de los agraciados es invertir en activos financieros, por norma habitual, en un momento inmediato a la consecución del premio –a excepción de los fondos de inversión–.
Los ganadores de la lotería también tienden a casarse tras recibir el premio, según muestra el informe. Sin embargo, obtener este dinero extra no es algo que influya en la separación de los matrimonios ni tampoco en la decisión de tener hijos. "Resulta interesante observar que cuando ya se tiene algún hijo, la obtención del premio desanima a tener más descendencia", sentencian.
