Tras el doblete de
McLaren en la carrera al sprint del sábado y el previsible mal ritmo en clasificación de
Ferrari, se las prometían muy felices en el equipo de
Woking al haber aumentado su ventaja en el
Mundial de Constructores hasta los 30 puntos. Este domingo, McLaren tenía otra gran oportunidad de ampliar ese margen para afrontar el
GP de Abu Dhabi, la última carrera del año, con todo de cara para ganar el título de marcas. Pero un error grosero de Norris lo cambió todo.
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