Corría el minuto 16 de partido cuando
Daniele Doveri lanzaba una señal de alerta a través de su silbato. Inmediatamente después, las cámaras de televisión enseñaban a
Edoardo Bove, que se hallaba
inconsciente en el suelo mientras sus compañeros le ayudaban y le sujetaban la lengua para que no se la tragase.
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