El partido del filial del
FC Barcelona contra el
Arenterio tuvo en su primera parte dos acciones muy poco habituales en un partido de fútbol y que llenaron las redes por su espectacularidad. La primera fue un golazo de
Víctor Barberà desde unos 40 metros después de aprovechar un error de la defensa local en la salida del balón. Barberà vio adelantado al portero y, de primeras, conectó una vaselina desde larga distancia para poner el primer tanto culé en el marcador.
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