Hemos entrado por la puerta grande en la temporada de ventas navideñas con el Black Friday, tradición estadounidense ya asentada por estos lares. Es el momento de las grandes ofertas. Por ejemplo, el Gobierno ha aprovechado que los estadounidenses trinchaban el pavo en Acción de Gracias para autorizar el control del 9,9% de Telefónica por parte de la saudí STC.
Esta es una operadora controlada por el Fondo Soberano Public Investment Fund. A través de este vehículo inversor, el Ejecutivo de Riad controla el 62% de las acciones de STC. El Gobierno español ha tardado más de un año en dar luz verde a la operación que también implica un asiento para los árabes en el Consejo de Administración de Telefónica.
Un Consejo de Administración donde también destacan el BBVA, CriteriaCaixa y la SEPI, que compró el 10% de los títulos de Telefónica para compensar la entrada saudí.
En esta edición del Black Friday hay menos alegría en el gasto, dicen las organizaciones de consumidores que es por un menor poder adquisitivo. Apenas serán 200 euros por persona y advierten que no todo lo que reluce es oro. Ojo con las oportunidades más agresivas. Algo de esto está ocurriendo en las criptomonedas.
El Bitcoin se disparó alrededor del 40% con la victoria de Donald Trump, pero después de anunciar que establecerá una reserva monetaria en criptodivisas el Bitcoin comenzó a bajar. En esto de buscar gangas en los mercados destaca lo que ocurre con Grifols. Sus acciones se han hundido sin remisión por la retirada de la OPA de Brookfield y porque Gotham vuelve a la carga. En estos días de rebajas, Grifols se siente el pavo estadounidense.
