Hansi Flick no sacó el látigo internamente con sus jugadores al final del partido ante
Las Palmas, al contrario de lo que sucedió contra el
Celta de Vigo en
Balaídos. Aquel día, empatar al final un partido que se iba ganando por 0-2 en el minuto 83 enervó al entrenador alemán. Por eso, su reacción fue darle ‘caña’ a sus jugadores en caliente y después decir lo mismo en la sala de prensa. En cambio, esta vez, tras una dolorosa derrota en casa, en un partido especial por tratarse del de la fiesta del 125 aniversario,
Flick decidió tirar de psicología.
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