Decenas de miles de aficionados del Botafogo celebraron este sábado en Río de Janeiro la histórica victoria en la final de la Copa Libertadores, la primera que conquista el club en sus 120 años de vida.
El Estadio Olímpico Nilton Santos, en la zona norte de Río de Janeiro y donde el Botafogo juega sus partidos, abrió las puertas para que más de 50.000 seguidores pudieran seguir en grandes pantallas la final ante el Atlético Mineiro (3-1), disputada en Buenos Aires.
Otros miles optaron por seguir el partido en la sede del club, situada en el barrio de Botafogo, en la zona sur de Río, y muchos otros se reunieron en bares por toda la ciudad.
"Esta victoria representa mucho para los botafoguenses. Es mucha lucha, hermano. Lo representa todo, somos los campeones de América, qué locura! Ahora vamos a ganar la liga brasileña!", dijo a la AFP Diego da Silva, un aficionado de 38 años.
Por su parte, la 'torcedora' Michelle Gonçalves, de 42 años, explicó que el título "representa mucho. En nombre de mi padre, que falleció hace tres años y no logró vivir esto, y lo estoy viviendo por él. Esto es histórico, es amor incondicional" al club, aseguró.
Para Fernando de Barros, de 39 años, ganar la Libertadores "representa la felicidad que nunca tuvimos. Creo que valió la pena esperar todo este tiempo. Creo que el Botafogo es más que el merecedor campeón".
Para Bruno Sales, ganar la Copa Libertadores "es la mayor emoción del mundo. Ver nuestro equipo campeón con esta afición maravillosa", dijo el botafoguense, de 32 años.
Este domingo, la afición podrá celebrar con sus héroes el título. Está previsto que el equipo, una vez desembarque en Río de Janeiro, vaya en un camión de bomberos hasta la sede del club, donde se exhibirá el trofeo.
Los aficionados del Botafogo esperan volver a celebrar otro título, el del Brasileirao, torneo que el Botafogo lidera con tres puntos de ventaja a falta de dos jornadas, y del que podría proclamarse campeón este próximo miércoles si gana en su visita al Internacional de Porto Alegre o si bien el Palmeiras, segundo, pierde en casa del Cruzeiro.
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