La trayectoria de la diseñadora gráfica Gabriela Fariña es más que reconocida en el medio. Gabriela Fariña, este jueves 5 de diciembre, inaugurará su primera muestra individual en el Palacio Municipal y de la Cultura de la Municipalidad de San Isidro (Av. Los Incas 270, San Isidro), la cual estará a disposición del público hasta el 19 de enero de 2025.
Si bien nos hallamos ante un primer trabajo, un debut para ser exacto, hay que precisar que detrás de él se ubica una mirada más sólida de aquello que llamamos percepción. Es decir, este es el debut de una artista con experiencia. Por otro lado, las señas nominales de la exposición de Gabriela Fariña, nos indican que es también una exposición distinta a las que solemos ver.
Cada artista, lo sabemos, obedece a su estro (o inspiración), que define su tema. No pocas veces el creador nos revela un mundo interior en conflicto y bajo esta coordenada hay todo tipo de ejemplos en la historia del arte. En el caso del presente proyecto de Gabriela Fariña, su mundo interior exhibe la marca de agua del desprendimiento, ajeno a la visión negativa, en lo que es un claro mensaje de unidad e integración imaginando, sintiendo y pensando el Perú. Esta muestra individual lleva el nombre de ¡Hola Perú!
“Es la primera exposición que hago y espero hacer muchas más. En junio del 2025 estaré exponiendo en Madrid y espero poder llevar mi arte a otras partes del mundo”, declara Gabriela Fariña para La República.
La muestra está conformada por 27 obras, de las cuales 11 son escudos, nueve abstracciones del Perú, una bandera, un díptico, sendos escudos de 1821 y 1825 y cuadros de la costa, sierra y selva. Como conjunto, se proyecta una armonía empática, en la cual la artista ha depositado todos sus recursos técnicos en el cuidado del detalle, con la intención de mostrar una riqueza que tiene en la variedad temática su mayor virtud. Cada escudo, por ejemplo, es un diálogo con el Perú y con sus influencias recibidas a lo largo de su historia.
Al respecto, la artista dice:
“Me tomó en desarrollar cada escudo casi un mes. Después de hacer las investigaciones de cada cultura que migró a Perú, como los textiles y las vajillas que se usaron en determinado lugar, fue que empezó la inspiración de cada escudo de acuerdo a su cultura”.
Se deduce, entonces, que esta serie le tomó poco más de un año.
Gabriela Fariña añade:
“Cada escudo esta minuciosamente trabajado. Diría que cada escudo es único y especial. He desarrollado tres escudos con influencia española, también con influencia china, africana, británica, alemana, italiana y japonesa. Fue muy inspirador el desarrollo de cada uno. Me hubiera encantado desarrollar escudos con la influencia de más culturas que llegaron a Perú, pero el tiempo no me lo ha permitido”.
Por las celebraciones del bicentenario, a Gabriela Fariña se le encargó una obra de temática libre. Tenía un escudo en la mente, lo trabajó y tras un breve periodo, sintió una epifanía y le hizo caso.
“Sentí una oportunidad para unirnos como país, para pensarlo en grande y rendirle homenaje como merece. Somos una valiosa mixtura de culturas, y en cada escudo, cada cultura se ve reflejada. La exposición tuvo como idea inicial los escudos, pero hacer solo escudos hubiera resultado un poco monótono. Para esta muestra he desarrollado un díptico de un Perú levantándose, una bandera alegre y motivadora, no podían faltar los escudos de 1821 y 1825. He desarrollado un Perú abstracto y también hay una pieza interactiva en la sala”.
Líneas atrás indicamos que esta es una exposición fuera de lo común. Aquí no hay un Perú oscuro, criticado, temática válida, por cierto, como del mismo modo es lícito reconocer su otra faceta, la que interesa proyectar a la artista. Sobre este punto, Gabriela Fariña señala:
“El Perú nos ofrece una serie de maravillas y el peruano tiende a enfocarse en lo negativo. Esta exposición te invita a revalorarlo, a recordar la grandeza de nuestro país. Somos una diversidad dentro de una unidad. El arte nos ayuda a transportarnos a un plano mejor. El arte inspira y esta muestra es un llamado a la reflexión, esa es mi intención. El Perú desunido no nos llevará a ningún lado. Debemos entender que hoy es más importante cuidar nuestra interdependencia como humanos y como planeta. Por eso, mis escudos resaltan la interdependencia de nuestro país. Los escudos tienen escrito estas frases: “Con respeto llegaremos lejos”, “De la unión nace la fuerza”, “Firme y feliz por la unión”. A través de mi arte quisiera sembrar mi granito de arena al país. Fue difícil el planteamiento de las piezas. En ¡Hola Perú! uso citas de personajes del pasado y actuales. Lo más difícil fue que todas las piezas hablaran entre sí. El Perú de hoy es absorbido por muchas partes del mundo y eso nos hace ricos. La polarización de hoy nos daña a todos”.
Polarización. La vemos incluso en el arte mismo, y no solo es prerrogativa peruana, signada en los últimos tiempos por las cancelaciones y las censuras.
En este escenario, ¡Hola Perú! podría ser una muy buena metáfora de lo que el arte es capaz de suscitar en los seres humanos para llegar a un entendimiento (como dialogar y escucharnos, a saber). No es lugar común, pero el arte y la cultura tienen el suficiente poder de ensanchar nuestra visión de la vida, sacándonos de la inmediatez y de las prisas. Lo mejor que tiene Perú es su cultura y Gabriela Fariña nos invita a celebrarla.